Escorpio x Virgo - BibleBuild

Capitulo veintidós

ENTREGARSE: verbo/ en-tre-gar-se

DEFINICIÓN DE ENTREGARSE (véase también: comprometerse o compromiso): pasar mucho tiempo juntos. / comprar tazas. / Ble amarrando los cordones de Biu. / turnarse para llevar el coche al trabajo. / cuidarse mutuamente cuando se está enfermo/sufriendo. / defender a la persona de la que se está enamorado cuando alguien le falta al respeto. / dar masajes y ayudar a los Sumettikul. / hacer reconocer a Biu que lo de archienemizar era todo mentira. / confiar en Ble, bajar la guardia con él y hablar con sinceridad. / Ble y Biu.

EJEMPLO DE ENTREGARSE como sinónimo de compromiso en el siguiente pasaje:

«—No puedo cantarte "Estaba el señor Don Gato" infinitas veces, Oliver. —Biu le dio un beso en la cabeza al desconsolado hermanito de Ble, sus labios rozando el suave gorro de lana que este llevaba puesto.

Respiró hondo, en su aroma a champú de bebé, y siguió andando por la cerrada. Las casas brillaban en el frío del inminente invierno, en su mayoría vacías ya que casi todos los vecinos estaban trabajando a estas horas de un viernes.

Lo que era perfecto, teniendo en cuenta que Oliver y él acababan de llevar a cabo una misión secreta en el juego del amigo secreto. Habían dejado en la mesa de comedor de los Serna un libro para Stefanie, el bebé de Josie.

Era un libro de dibujos que él mismo había hecho con varias de las acuarelas de Abby. Habían firmado la tarjeta con su sobrenombre secreto: Alegre Villancico (Biu) y Piececitos Centellantes (Oli).

Acunado por el caminar de Biu, Oliver dejó de llorar y se acurrucó contra su pecho.

—¿Te estás quejando porque te ha tocado estar conmigo otra vez? —dijo Biu a la vez que le acariciaba la espalda a través de la mochilita de bebé que usaba al menos una vez al día.

Marg había empezado a trabajar media jornada después de seis meses de baja de maternidad y Biu se había ofrecido a cuidarlo mientras ella estuviera fuera y organizar a sus clientes en base a ese horario

—Tu mami llegará enseguida, ¿ok? ¿Quieres más de "Estaba el señor Don Gato"?

Cuando empezaba a cantar de nuevo la canción favorita de Oliver, oyó la risa de Ble a su espalda. Este se acercó a ellos y abrazó a ambos desde atrás. Oli protestó en el mismo instante en que Biu dejó de moverse.

—Hola a ti también, Oli —dijo Ble, que dejó caer un beso en el cuello de Biu, por debajo de su cazadora—. ¿Qué haces en la Calle? Hace muchísimo frío.

Biu se giró en los brazos de su novio, observándole: solo llevaba una fina camiseta de un T-rex debajo de un chaquetón sin abrochar.

—Estamos abrigados. Manoplas y todo. No puedo decir lo mismo de ti.

—Es que los he visto y tenía que venir a saludar a Piececillos Centelleantes y a... —Ble se quedó mirando a Biu, sus ojos acariciando su cara y en especial, su sonrisa—. ¿Muñeco de Nieve Parlanchín? ¿San Nicolás de las Nieves? ¿Duende Orejudo?

—Ja, ja, ja. Muñeco de nieve Parlachín eres tú, Ble, pero me gusta cómo estás intentando despistarme.

Ble hizo eso de levantar la ceja y Biu no dudó en poner su mano enguantada en la nuca de su chico y hacer que se agachara para poder borrarle el gesto con un beso.

—¿Qué tal va ese Parque Jurásico? ¿Has avanzado algo?

Ble salpicó la cabecita de Oli de besos y contestó: —Acabo de terminar de bosquejar un capítulo, pero no me concentraba.

—¿Porque no te quitabas de la cabeza lo super ardiente que ha sido lo de antes en el suelo de la cocina?

Ble se rio. —No. Porque te estaba oyendo cantar y lo haces fatal.

—Tienes suerte de que lleve un bebé encima.

Ble le levantó una manopla y deslizó una de sus manos dentro, sonriendo de forma dulce; una sonrisa que solo usaba cuando Biu estaba cerca y que se reflejaba en sus ojos, haciéndolos brillar de forma asombrosa, a pesar de que sus labios solo se elevaran escasos milímetros.

Esa sonrisa era el motivo principal por el que Biu siempre había anhelado ese maravilloso labio inferior; porque prometía amor y compromiso.

Entrega; prometía que nada más en el mundo importaba excepto ellos y, a la vez, dejaba entrever un ligero rastro de sarcasmo, como si quisiera seguir volviéndolo un poco loco.

Biu le deslumbró con una de las suyas, una sonrisa llena de amor, y empezó a cantar otra vez.

Porque, en realidad, eso era lo que Ble quería.

Fin