Wear Me Like A Locket Around Your Throat (traducción)

Capítulo 8: Harry se pone tradicional para Halloween

La noche de Halloween se apoderó rápidamente de la escuela. Una atmósfera inquietante cubrió a los estudiantes, que iban de clase en clase en parejas y en pequeños grupos, susurrando entre ellos. El murmullo de “ Daisy Meadowes… ” y “ no ha vuelto…” resonó por los pasillos, y la pequeña Lobelia había desaparecido de los pasillos de Hogwarts hacía días. El rumor era que quería estar allí para los últimos momentos de su hermana.

George no había sido condenado por nada, pero abandonó la escuela unos días después que Lobelia. No se sabía si había atacado a su novia. O tal vez esa fuera su exnovia , pensó Tom. Todos sabían que Daisy no sobreviviría a las vacaciones.

Harrison, en particular, estaba bastante nervioso. Parecía paranoico y miraba con sospecha a quienes lo rodeaban, especialmente a los chicos del dormitorio. Sólo Orion estaba exento de esto y, lo que era más extraño, también lo estaba Tom. Harrison nunca había ocultado su antipatía por Tom, aunque esta había disminuido en los últimos meses, por lo que era extraño que Tom estuviera libre de las sospechas de Harrison.

Atticus también estaba muy nervioso, pero de una manera menos vigilante y más bien de "terror ciego". Fue significativamente menos impresionante.

Tom sabía que Avery había iniciado una tregua con Harrison mediante algún tipo de manipulación de bajo nivel. Atticus probablemente esperaba que la naturaleza más compasiva de Harrison impulsara al chico de ojos verdes a protegerlo. Después de todo, era poco probable que Tom se esforzara por proteger a alguien. Y Harrison había demostrado que, como mínimo, se preocupaba por la gente.

Avery, por lo tanto, se quedó cerca de Harrison. Fue una decisión ridícula: lo único que hizo fue que Harrison se sintiera cada vez más irritado por la presencia del chico rubio y fuera menos probable que saltara frente a él si el "loco maníaco" atacaba.

Pociones fue una de las únicas lecciones en las que a Harrison se le concedió un respiro y fue colocado al otro lado del aula para trabajar con Tom.

Atticus no estaba contento ni era sutil en cuanto a su disgusto.

—Tu sombra se está impacientando —señaló Tom secamente, vertiendo media onza de vómito de sapo en el caldero.

—Porque Merlín no quiera que tenga un momento de paz —dijo Harrison con fuerza, aplastando el globo ocular de una araña con el costado de su cuchillo.

Trabajaron en silencio por un momento; Harrison raspando el contenido de su tabla de cortar en el caldero, y Tom revolviendo a fuego lento.

—Entonces, ¿qué implicaba esa «tregua» que ustedes dos establecieron? —preguntó Tom con curiosidad.

Ambos miraron a Avery, que intentaba desesperadamente mantener a Harrison -y a Tom- en su línea de visión, y tenía que inclinarse sobre el escritorio para lograrlo.

—¿Había protección las veinticuatro horas? —preguntó Tom, dubitativamente.

“ Literalmente, nos pidió que no nos odiáramos. Este… acoso no era parte del trato”, se quejó Harrison, agitando su cuchillo en el aire. “No sé por qué se comporta de manera tan extraña. Siempre fue tan… cerrado y frío”.

—Se ha asustado. Los sangre pura suelen estar a salvo en el clima político actual. Que un miembro de la sociedad de buena familia como la señorita Meadowes haya sido atacado de una manera tan muggle... bueno, es una declaración bastante contundente.

—¿Crees que fue una declaración entonces? —preguntó Harrison, en el tono que sugería que estaba intentando ser despreocupado, pero sin éxito—. ¿Entonces esa persona podría volver a intentarlo? ¿Podría seguir siendo peligrosa?