Capítulo X: Fuera de lugar.

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María.

Mis amigas comenzaron a llegar en cuestión de media hora. Yo estaba dentro del McDonald's, pidiéndome algo para beber ya que me apetecía y había estado entrenando muy duro estos últimos meses, así que me di un pequeño capricho.

Las primeras en llegar fueron Alexia y Olga, a las cuales felicité nuevamente por su aniversario.

- ¿Quieres algo para tomar, Ale? -. Preguntó Olga. La aludida negó con la cabeza y su novia entró al restaurante. Nosotras dos quedamos fuera.

- Tengo que decirte algo-. Exclamó mi mejor amiga. Le hice un gesto para que hablase.

- No quiero que con esto te sientas mal, pero tampoco puedo permitirme ver que te ilusiones. Ingrid te ve como una amiga. Me lo ha contado el otro día.

- No sé cómo reaccionar ante esto la verdad-. Dije, enmascarando un sentimiento de tristeza tras una risa fingida.

- Normal.

- ¿De verdad crees que no siente nada por mí? -. Pregunté, luego de unos segundos de silencio.

- Hombre, pues, no lo sé. Desde fuera se ve una cosa, y desde dentro pues ya no puedo hablar. No sé qué os comentais ni como sois en lo privado-. Asentí con la cabeza.

- Joder. Es que me raya porque ha hecho cosas que lo demuestran. Pero coño, quizás era yo haciéndome ilusiones. Ni siquiera sé si es lesbiana. Hostia, si su familia es religiosa. ¿Qué va a ser ella homosexual? -. Sentencié, luego de recordar lo que me había dicho un día.

- Mapi, no te comas la cabeza. No puedes obligarle a sentir algo por ti que no es genuino.

- Lo sé, lo sé. Sólo es que me gusta mucho. Y, no lo sé. No sé qué decir-. Me pasó un brazo por los hombros y me dio dos palmaditas.

- Entiendo. Pero disfruta de hoy. Ya con el tiempo irás asimilando eso-. Alentó. Respondí con una sonrisa fingida, sin mostrar los dientes.

Olga salió con un batido de algo y le dio de probar a Alexia. Esta hizo como si la conversación que habíamos tenido no existiese, y eso me encanta. Es una tumba.

- ¡Está buenísimo! -. Opinó Alexia.

- ¿Más que yo? -. Dijo una voz a nuestras espaldas. Eran Patri y Pina. La que había dicho eso fue Patricia.

- Me lo tendría que pensar-. Contestó Ale, siguiéndole el juego entre risas. Nos chocamos los puños y esperamos un rato más a Ingrid.

- Anda, por fin se aparece la princesa de Noruega-. Exclamó Olga mientras la aludida se iba acercando.

- Lo siento muchísimo. Perdí el metro dos veces por gilipollas-. Explicó, con la respiración agitada. No tiene nada que ver, pero llevaba mi cazadora, haciendo que mi corazón se disparase.

- ¿Esa no es la cazadora de Mapi? -. Preguntó Ale.

- Era. Pero es que estoy haciendo reforma de armario y se la dejé porque le gustó-. Inventé una excusa, ya que si les contaba la verdad mis amigas se iban a poner intensas toda la quedada; Ingrid asintió a ello.

- ¿Y a mí por qué no me regalas cosas? -. Dijo fingiendo estar ofendida.

- Bueno, es que ella me cae mejor-. Bromeé. Ingrid rio, apenada. La melodía de su risa es hermosa. Una cajita musical si me preguntan a mí

- Okey, okey. Te la voy a devolver-. Amenazó Alexia.

Ingrid se fue al lado de Olga y empezaron a elogiarse las vestimentas y el cabello. Las dos estaban muy guapas, pero la que se robaba siempre mi mirada era la noruega de rostro angelical.

Daylight - Ingrid Engen y Mapi León. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora