Capítulo XV: Enough for you

286 32 23
                                    

Mapi:

- Me parece increíble que me quiera incluir a mí también en esta charla que es de vosotras-. Comentó Alexia, algo enfadada, mientras nos acercábamos al edificio de Patricia.

Resulta que nuestra amiga le había escrito para preguntar si podíamos quedar hoy con ella, porque quería hablar con nosotras sobre lo que pasó el otro día. Yo no dudé en ir, porque soy partidaria de que los problemas se solucionan mediante comunicación, pero a Ale le costó un poco más decir que sí. Dice que ella no tiene nada que ver ahí, y le entiendo. Pero de una manera u otra, está directamente involucrada.

- Quizá tiene algo que decirnos a ambas. ¿Te imaginas que sea para decirnos que ya no se quiere llevar más? Sería muy por la cara-. Dije, en tono burlón. Siempre me he reído de las cosas que me pasan.

- María, no te pases con las bromitas-. Riñó.

- Está bien, lo siento.

Luego de unos minutos llegamos a su edificio, y antes de que pudiésemos llamar al timbre, ella nos abrió el portal.

- Anda, ¿tú aquí?-. Preguntó Alexia.

- Ya. Bueno, ahora parezco acosadora esperándoos aquí, pero es que en mi habitación sentía que me iba a ahogar. Entonces fui a dar una vueltita, y al regresar decidí quedarme aquí. Supuse que no os faltaría demasiado-. Explicó. Lo de ahogarse me encendió alertas en la cabeza, pero no dije nada.

Me miró y yo le devolví el acto. Hicimos contacto visual y le sonreí sin mostrar los dientes.

No sabíamos muy bien qué hacer ahora, así que para romper el hielo, le di un abrazo. A ver, me había dicho algo que sí me había dañado, pero aún así seguía siendo mi amiga.

Ella respondió cómodamente a él y escuché un suspiro de alivio cerca de mi oído. Me acarició la espalda y luego nos despegamos. Hizo lo mismo con Alexia.

- Venga, subamos-. Indicó. Asentí con la cabeza y fuimos directas a su ascensor.

- En dos días es fin de año. Qué cojones-. Empezó un tema de conversación, Ale, cuando estábamos esperando el ascensor.

- Hostia verdad. El año se me pasó rapidísimo-. Comentó Patri.

- Yo desde que conocí a Ingrid he perdido la noción total del tiempo-. Aporté a la charla. Patri y Ale se miraron, y rieron.

- ¿De qué os reís? -. Cuestioné, apenada.

- Aw, Mapi. Eso es demasiado tierno.

- ¿El qué? ¿Que he perdido la noción del tiempo desde que conozco a Ingrid?

- Exactamente-. Dijeron al unísono.

- Ya, pero bueno. Últimamente sí sé que hora y día es de tanto mirar el móvil-. Exclamé.

- ¿Esperando su mensaje? -. Preguntó Patricia.

- Sí.

- Eso es más tierno aún-. Opinó.

- Ojalá fuese en la buena manera-. Dije, algo desanimada. El ascensor llegó en ese momento y nos metimos en él. Ale le dio al piso doce y empezamos a ascender.

- ¿Cómo que no? Pensé que habiais arreglado las cosas. Como nos dijiste que sí que había pasado algo, pues...

- No, es que...

- Es muchísimo contexto, y es un tema algo delicado-. Me echó una mano Alexia, ya que yo no sabía cómo explicarme.

- Entonces no te agradaría hablar de él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 15 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Daylight - Ingrid Engen y Mapi León. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora