Té para la indigestión 🍵

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---Aquí vamos de nuevo... no me hagas volverlo a repetir...

Bien, comer todo aquello en verdad que no fue buena idea, y ahora Jay se encontraba con una terrible indigestión.

---Perdóname de nuevo, Won ---pidió con arrepentimiento ---. Es que de verdad, todo se veía tan apetecible.

---De nuevo no me escuchas, y de nuevo soy yo quien se las arregla para hacer que te sientas mejor ---Jungwon apretó el puente de su nariz ---. Por suerte tengo un té para esto, y te lo vas a tomar sin reprochar ni arrugar la cara ¿entendido?

Jay se alarmó al sentir el tono molesto con el que su novio hablaba. Rápidamente asintió.

Jungwon bajó de nueva cuenta a la cocina a volver a hervir más agua y sacar una caja diferente de té.

Té de toronjil.

Una vez listo, subió de nuevo a la habitación, pero todo enojo o molestia se fueron de su ser al ver a su novio revolverse entre las sábanas de la cama mientras tomaba fuertemente su estómago.

---Jay... aquí está el té. Tómalo, te hará bien ---habló esta vez más tranquilo.

El mayor por primera vez en todo este tiempo, tomó todo el contenido de la taza sin rechistar, casi tomándoselo de un trago. Jungwon le acariciaba la espalda mientras lo terminaba.

---¿Te sientes mejor? ---preguntó, una vez vio que el contrario respiró profundo y cambió su semblante.

Al recibir un asentimiento como respuesta, supo que estaba mejor. Su estómago se había calmado y los dolores habían disminuido.

---¿Sabes? Creo que salir a dar un paseo te haría bien. Un poco de aire te ayudará a calmarte, así que ¡apresúrate! Vamos a salir.

Tomó los zapatos característicos de salir de su mayor y se los arrojó. Este rió y aceptó el paseo.

[...]

Su camino había empezado en la tarde, cuando el sol cayó por las calles de Seúl. Acompañados por las luces de lo edificios que empezaban a encender de una en una. Las lámparas de la calle también mostraban su esplendor. Los dos chicos caminaban tomados de la mano, con un paso lento.


Decidieron parar su camino un momento, deteniéndose en un parque con pocas personas. Jungwon miró al cielo, notando las pocas estrellas que empezaban a salir. La noche había llegado.

---¿Hace cuánto no vemos las estrellas, Jay?

El nombrado guardó silencio, pensando en sus palabras.

---Yo las veo todas las noches ---comentó el mayor ---, hasta cuando el sol está en su máximo esplendor, aún así puedo verlas.

---¿A si? ---la curiosidad rebosante en sus palabras.

---Si... y me siento afortunado de estar viéndolas justo ahora.

Jungwon estaba perdido viendo al cielo, intentando contar todos los pequeños destellos que encontraba, mientras Jay solo podía ver el rostro del menor, y ahí encontraba los dos destellos más hermosos que jamás, nadie más, podría ver.

---Jungwon... ---volvió a hablar, dando un apretón en su mano. Continuó cuando obtuvo un sonido de respuesta de su parte ---. Quiero que sepas que aunque llevamos años de relación, todavía me sigues gustando tanto como la primera vez. Todavía te sigo amando tanto como ayer, y quizás, hoy te ame un poco más.

El mencionado por fin bajó su mirada, encontrándose con los ojos que lo habían estado mirando todo este tiempo.
Simplemente se quedó sin palabras.

---Yo también te amo, Jay ---lo miró fijamente a los ojos ---. Tanto como no te imaginas.

Después se quedaron un momento en silencio, simplemente compartiendo miradas. Jay aprovechó ese silencio para sonreír y acercarse un poco más hasta dejar un largo beso en sus labios. Uno lento, donde se tomaron el tiempo de volver a saborear bien sus labios después de tanto tiempo.

Detrás de ellos, en el cielo, empezaron a disparar infinidad de fuegos artificiales, cosa que los hizo separarse y verse un momento a los ojos, para después volver su mirada al cielo.

---¿Qué se celebrará un día como hoy?

---Quiero pensar que fue en honor a nosotros ---le guiñó un ojo al más bajo ---. Deberíamos casarnos.

Jungwon estalló en carcajadas y lo atrajo a un fuerte abrazo. Sintiendo su pecho tan cálido.

---Esa idea sería buena. Me gustaría mucho que algún día llegáramos a unirnos así, aunque no es algo que sea demasiado necesario. Por ahora así estamos bien.

Jay sintió su corazón acelerarse.

---Eso es cierto, Won. No necesitamos nada más.

Permanecieron unos instantes abrazados, admirando el cielo, hasta que decidieron volver a su casa.

[...]

Ambos chicos se encontraban en la cama. El mayor estaba acostado viendo su celular mientras el otro estaba sentado leyendo un libro sobre la psicología del amor.

---Oye Jay... ---llamó sin apartar la mirada de su libro.

---¿Si?

---¿Te sientes mejor? ¿El resfriado y el malestar ya pasaron?

---Ahora que lo dices... ya me siento mucho mejor ---se acercó a él ---, al final todo ese té si me ayudó ---finalizó sus palabras brindándole un beso en la frente.

Jungwon sonrió con sus dientes y por fin apartó su mirada del libro para verlo a la cara.

---¡Genial! ---dijo con la misma sonrisa.

Y Jay conocía esa sonrisa.

---¿Qué tramas, Won? ---sonrió también juguetón.

---Yo nada... solo es que Sunoo nos invitó a ir a un parque de atracciones este viernes, con él y tu hermano. Y sí, estás obligado a ir.

La sonrisa en Jay disminuyó, no le agradaba para nada ese tipo de cosas.

---¿Mi hermano y él siempre tienen que ser tan molestos?

---¡Vamos! No seas aburrido, ¡será muy divertido! ---le sonrió.

Está bien, vamos a hacerlo....

[🍵]

Tazas De Té | JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora