CAP 3

30 3 0
                                    

El martes no tuvo que ir a la casa de su jefe, y evito a toda costa ir al hotel donde se hospedaron los cuatro líderes infernales, y como era un asistente demasiado eficiente, se ocupó de mover todo lo de la agenda que estaba programado para horas tempranas puesto que sabía con anticipación que Joshua no llegaría a la oficina por la mañana, y cuando lo vio llegar al medio día y por la pinta que traía Jeonghan concluyo que su pronóstico había sido cierto, se habían pasado una noche salvaje, como fuera esperaba que los otros tres K.A. restantes ya estuvieran a bordo de una avión volando bastante lejos de Nueva York y que transcurrieran varios años antes de volver a saber de ellos.

-Te diría buenos días, pero dudo que lo sean- dijo entrando a la oficina de Hong acompañado de Suni, la secretaria se aproximó rápidamente al escritorio para dejar un par de aspirinas y un zumo de naranja.

-Han, ¿podrías no gritar tanto? Me estoy muriendo- Jeonghan rodo los ojos, Suni se disculpó y los dejo solos.
-Eso te pasa por beber tanto- dijo tomando asiento delante de él
- ¿Además que clase de locos beben un lunes por la noche? Ustedes están dementes- Hong rio, pero luego hizo una mueca.
-Fiesta es fiesta sin importar el día que sea-

-Como sea- murmuro -Mingyu llamo ¿porque no contestas sus llamadas? -pregunto descaradamente cambiando el tema, quería poner a los cuatro K.A. fuera de su mente, la tormenta había pasado -El dueño del edificio del nuevo hotel va a entablar una demanda- informo. Y como esperaba Joshua no se sorprendió.

-¿Cuál es el problema nunca puedo entender a esta gente? - murmuro molesto mientras comenzaba a buscar unos planos en su computadora. A su lado el celular de Joshua comenzó a sonar, pero su jefe solo miró por el rabillo de su ojo antes de ignorarlo. Jeonghan pidió paciencia a los cielos ¿Cómo es que este idiota logro fundar una compañía tan exitosa cuando en ocasiones se comportaba como un crio mimado? Ese exceso de seguridad era admirable en mucho de los casos, pero también era un dolor de cabeza tener que andar lidiando con sus problemas.

-Las recientes tormentas han comprometido el terreno de la contracción y Seokmin tiene dudas sobre los materiales.
-¿No puede improvisar?
-Las lluvias excedieron la capacidad de desagüe de las tuberías que instalamos.
-En realidad las tormentas fueron el problema, no nosotros- contesto Hong molesto, se levantó para buscar unos planos en el estante de atrás.
-Aun así, el dueño del edificio quiere demandarnos- dijo mientras acomodaba unos lapiceros en la esquina y tiraba varios papeles a la basura, Joshua era un desordenado. Si no fuera por Suni y él esta oficina nadaría en papeles desechos, y los de limpieza siempre tenían precaución de no tirar nada que después Joshua pudiera reclamar, por eso nunca tocaban su escritorio, Suni y él podía más o menos predecir que boceto podría ser desechado sin que Joshua hiciera un drama por eso.
-Que lo haga- Hong extendió un plano sobre la mesa de trabajo
-¡Al diablo! no es mi problema, el cambio climático es responsable no nosotros- Jeonghan negó con la cabeza, pero hizo anotaciones en la agenda, tendía que pasar este asunto al departamento legal, a Joshua no le importaba esto, pero gracias al cielo tenían abogados, nuevamente se preguntó ¿Cómo era que Hong mantenía esta empresa?
-Necesito que mañana vallamos a comprobar este terreno, tengo una nueva idea para el nuevo resort, pero necesito comprobar algunas cosas.

-Jihoon ya hizo la valoración de riesgos, tienes los datos en el archivo.

-Quiero verlo yo mismo- debatió, Jeonghan asintió, era inútil, cuando a este hombre se le metía algo en la cabeza no había poder humano que lo hiciera cambiar de ideas, si algo admitía era que la arquitectura era los suyo, por esa razón era quien era, podría no saber de leyes, le importaba poco el clima o cualquier otro tema, pero diseñar estructuras impresionantes y ser un prostituto promiscuo definitivamente era los suyo.

-De acuerdo ¿A qué hora quieres ir mañana?
-Temprano- comento Joshua distraído buscando algo en su maletín
-Partimos de mi casa a primera hora- informo
- ¡Mierda!
-¿Qué sucede?
-Deje en mi casa la USB donde contenía el archivo con los nuevos datos que quiero cambiar- Jeonghan bufo <Un arquitecto genial pero n algunas ocaciones idiota>

-Te he dicho que, si trabajas desde casa, actualices los diseños en la nube para poder abrirlos desde aquí- Joshua se quitó la chaqueta y la corbata
-Sabes que nunca recuerdo hacerlo, ¿Podrías ir a buscarla? -También tengo trabajo ¿sabes? - Jeonghan se levantó y junto todas sus cosas -Enviare a alguien.

-Hanie- Joshua dijo su nombre en una súplica. Jeonghan rodo los ojos. Solo le dio una mirada a Hong antes de apartar la vista <Era un idiota,pero uno guapo>

-Iré- se quejó yendo hacia la puerta -¿Quieres algo de almorzar? Puedo comprar comida china de regreso- Joshua se quejó.

-¡Dios! ¿me quieres matar? No gracias- Jeonghan rio ante la cara verde de Joshua, provocarlo así siempre lo hacía sentir mejor.

-Quiero algo grasiento, crujiente y muy picante.

-Morirás de un infarto a los cuarenta- Jeonghan arrugo la nariz - ¿Cómo es que caminas en vez de rodar? - por lo que sabía Joshua jamás vigilaba su dieta, hacia ejercicio, mucho ejercicio. A juzgar por sus ajustados pantalones, su estrecha cintura, su culo....

Jeonghan quería golpearse. Controlo sus emociones cuando Joshua le guiño un ojo.

-Soy apuesto por naturaleza- dijo Joshua -Como sea- Jeonghan tenía que salir de ahí. Cada que su mente comenzaba a divagar por ciertas cualidades del hombre, su cuerpo lo traicionaba inmediatamente. Cada vez era más difícil disimular. Tal vez era momento de irse buscando otro empleo, este comenzaba a tornarse peligroso.

Entro en la casa de Joshua, sabía que a esa hora Jennie no se encontraba en casa, andaba haciendo recados o comprando en el super los víveres para semana. Moría de ganas de un café, pero primero le enviaría el archivo a Joshua para que lo dejara en paz. Otra de sus horribles cualidades era la insistencia, todo el camino le estuvo mensajeando preguntándole si ya había llegado, incluso el muy obseso del control se molestó porque había tráfico, como si Jeonghan tuviera la culpa de ello. ¡Si él tuvo la culpa desde el principio! Si fuera un poquito más cuidadoso, entonces esto no ocurriría.

Se dirigió directamente al despacho de Joshua, pero le extraño escuchar música, lo primero que pensó, fue que tal vez Jennie o el mismo Joshua habían dejado el reproductor de música encendido. De Joshua no le extrañaría, ese hombre no perdía la cabeza nada más porque la tenía pegada al cuerpo. Pero si era impensable que a Jennie se le pasara ese pequeño detalle. Las notas de una melodía de piano flotaron en el aire, y se dio cuenta que el sonido no provenía de la biblioteca o del despacho, sino de la sala de estar. Su cuero cabelludo pico, de repente se estremeció, no sabía porque de repente estaba tan nervioso, fue como si su cuerpo supiera primero que sus ojos lo que encontraría ahí. Tocando el piano estaba un hombre, con el cabello oscuro corto, tal cual como había visto en las fotografías el día de ayer, pero no era un corte desarreglado, tenía la cabeza gacha y no lograba ver su rostro, pero no necesitaba verlo para saber quién era. De repente comenzó a dolerle el pecho y se dio cuenta que acaba de dejar de respirar. Algún ruido debió de haber hecho porque de repente la melodía se detuvo, y el hombre levanto la mirada, ojos medio rasgador color chocolate lo miraron fijamente, durante un instante se quedó paralizado, tieso, pasmado, aterrado.

¡Seungcheol! ¿Qué estaba haciendo aquí? Se suponía que ninguno de los K.A. debería de estar ya en Nueva York, cuando el hombre se puso de pie, Jeonghan salió de su asombro, dando media vuelta sin decir nada se alejó.

<salir huyendo era la mejor elección >

Corrió al despacho de Joshua y cerró la puerta.

-¡Mierda! ¡mierda! ¡mierda! - con cada maldición golpeo la cabeza contra la puerta.

-¡Joder! ¡Joder! ¡Joder!

- Tal vez después de todo si tendría que buscar un trabajo nuevo.

NERD JEONGCHEOL /JIHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora