CAP 4

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Jeonghan se encontraba en el tejado de edificio de la biblioteca, esta era el único lugar donde lograba escapar de su realidad, miró hacia abajo, diez metros lo separaban del piso, no era la primera vez que pensaba en el suicidio ¿Había algo peor que la preparatoria? Ya no pensaba que pudiera soportar más, y no podría decirles a sus padres que no quería seguir viniendo a la escuela, este colegio era muy caro y él tuvo la suerte de salir becado, sus padres hacían un gran esfuerzo por completar sus gastos estudiantiles y estaban ahorrando muchísimo para enviarlo a la universidad. 

Jeonghan no quería decepcionarlos, pero la verdad es que ya estaba llegando al límite de sus fuerzas, ¡Maldita sea la hora en que se cruzó con los K.A.! Esos malditos niños ricos hacían lo que querían y nadie podía reportarlos, además no se ganaría nada el valiente que fuera a la dirección, por lo que sabía las familias de esos niños mimados aportaban importantes donaciones al colegio. 

 —Los odio— gruño mirando hacia la cancha de básquetbol, era la hora de deportes, pero Jeonghan había fingido sentirse mal de nuevo y se había reportado a la enfermería, no quería tener que sufrir de nuevo a causa de los golpes del balón, aun sus costillas no se recuperaban de la paliza del día de ayer, además esa tarde tenía que ir al mercado a cargar cajas para recuperar algo de lo que gasto en la tintorería con su uniforme, la harina y el huevo seco era muy difícil de quitar. Y simplemente la mesada que sus padres le daban al mes para sus gastos no le alcanzaría para final del mes. Y no podía pedirles más a sus padres, ni tampoco quiso llegar nuevamente con el uniforme destrozado, eso preocuparía a sus padres. La primera vez que ocurrió, ellos llamaron a la escuela para reportar la situación y lo único que ocurrió fue que el maltrato aumento. No había otra cosa que más odiaban los abusadores que ser reportados por los abusados. Así que desde hacía tiempo había decidido guardar silencio y aguantar. Por lo tanto, por ahora no le quedaba más remedio que intentar conseguir algo de dinero por su cuenta. Le había tocado nacer pobre.

 —¿Hay algo que el dinero no pueda comprar? — se preguntó, esos niñatos tenían la fortuna de haber nacido en cuna de oro, en cambio él había tenido que trabajar desde niño. Por esa razón no podía renunciar, era la esperanza de sus padres, sería el primero en la familia en ir a la universidad.

 —El aire— Jeonghan se giró rápidamente para encarar la voz a su espalda. Terror lo invadió. ¿Como? Había mantenido desde aquí vigilados a los K.A. esperaba que el día de hoy pudiera salir ileso.

 —El aire— volvió a repetir Choi Seungcheol, Jeonghan no sabía de qué rayos hablaba, de hecho, no sabía si ese chico hablaba, y no tenía la menor idea de porque era miembro de los K.A. siempre estaba presente en las fechorías de sus amigos, pero siempre se mantenía apartado cruzado de brazos como si estuviera vigilando.

 —El aire—

 —Yo...— Jeonghan se aclaró la garganta y olisqueo el aire—Yo no huelo nada— Tal vez si se mostraba humilde, este chico lo dejaría tranquilo.

 El chico pelinegro de ojos chocolate rio. —Tu preguntaste que era lo que el dinero no podía comprar— dijo Seungcheol en un tono tranquilo, el chico estaba recargado en la pilastra con las manos en los bolsillos —El aire— Jeonghan abrió los ojos con sorpresa. No supo que decir. ¿no estaba aquí para golpearlo? Durante un segundo se miraron. Inconscientemente Jeonghan se relajó, al parecer él no estaba ahí para intimidarlo.

 —¿El aire? — susurro Jeonghan —Es verdad. 

 —Así es— Seungcheol sonrió, Jeonghan jamás lo había visto sonreír, Seungcheol saco la mano de su bolsillo y se aproximó hacia él. 

Jeonghan se tensó. Temeroso de que siempre si le fuera a hacer daño, cuando el extendió su mano hacia su cara, Jeonghan cerro los ojos y se encogió a causa del terror, ya tenía practica en eso. Entonces nada sucedió. Los segundos pasaron y nada sucedió. Entonces entre abrió un ojo. Pero Seungcheol ya no estaba. 

NERD JEONGCHEOL /JIHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora