[02]

31 9 7
                                    

—¿Jungwon?

El mencionado volteó, aterrado, y suspiró con alivio al ver que trataba de Sunghoon, la pareja de su mejor amigo.

—Dios, Hoon, me asustaste un montón.

—¿Qué se supone que haces?

Jungwon inmediatamente bajó la cabeza, apenado, parecía stalker y lo sabía. No quería acosar a Jay, pero ahora más que nunca quería estar cerca de él, quería ver su reacción ante la carta.

[•••]

Cuando Jay abrió su casillero y vio la carta caer, lo primero que pasó por su mente fue que se trataba de una broma de mal gusto, no creía posible que tuviese alguna admiradora por algún lugar de la escuela.

Abrió el sobre y lo primero que sintió fue un dulce aroma, cosa que hizo que Jake se riera nuevamente.

—Hasta la perfumó, ella debe estar realmente enamorada de ti.

Jay frunció el ceño y, dejando a su amigo solo, caminó directo al salón de los de segundo año. Encontrándose ahí con el chico que lo había estado evitando como si tuviera la peste o alguna enfermedad contagiosa. Jungwon se encontraba recostado sobre su pupitre, en un intento de dormir un poco más, sin embargo se "despertó" cuando Jay pateó la mesa en la que se apoyaba.

—Hey, afuera, ahora.

Jay estaba molesto, Jungwon lo sabía, lo conocía. Sintió pánico al ver como sostenía la carta en sus manos, un tanto ansioso salió de su salón mirando al mayor quien le mostraba el sobre.

—¿Qué es esto?

Preguntó Park, asustando a Jungwon.

—Un sobre…

El más alto bufó y comenzó a mover su pie por la impaciencia.

Por el contrario, Jungwon había bajado su cabeza mientras su respiración se tornaba más acelerada.

—Y claro, me vas a decir que esto no es obra tuya.

Inmediatamente sintió pánico y miró al contrario a los ojos, desviando la mirada inmediatamente después de hacerlo.

—¿De qué hablas? ¿Por qué te dejaría un sobre? Ni siquiera nos hablamos.

—Claro que no nos hablamos, por tu culpa.

Aquello fue lo que comenzó a hiperventilar a Jungwon. La vista de este comenzaba a nublarse y sentía poca estabilidad al estar de pie.

—Lo siento.

—¿Lo sientes?

—¿Qué quieres que te diga?

Preguntó el menor apoyando una de sus manos en la pared, rascando con fuerza su cuello. Un hábito que tenía desde hace muchos años. Hábito que Jay reconoció.

—Hey, cálmate.

—Estoy calmado.

Susurró mientras comenzaba a costarle respirar y sus ojos se llenaban de lágrimas.

Someone Loves You! • JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora