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La distancia entre ambos se cerró, pero no de la forma en la que Jungwon esperaba. El mayor terminó por darle un beso en su frente, descolocando al pelirrojo, quien se esperaba de todo menos aquello.

—¿Te sucede algo? 

Preguntó Jay con una sonrisa al ver a su menor inmóvil entre sus brazos.

—Tranquilo, no voy a comerte si no lo deseas.

Aquella frase había acelerado el corazón de Park, pues recordaba como meses atrás este le había dicho exactamente lo mismo, cuando le había prestado aquella preciosa bufanda que a día de hoy aún conservaba.

—Sunoo estará bien, él es fuerte y lo sabes.

El menor solo asintió y separó aquel abrazo, sintiéndose muy nervioso, pues de alguna manera, sintió que su mayor lo iba a besar. 

—Jungwon, ¿Estás nervioso por mañana?

Inmediatamente el pelirrojo se puso más nerviosos de lo que ya estaba, pues con todo lo que había sucedido en aquel día, no había recordado que al día siguiente era el famosos festival de Halloween. Sus nervios fueron notados por el más alto, quien tomó sus manos en un intento de darle confianza, sin embargo aquello solo alborotó más los pensamientos del chico.

Después de aquel momento, en el cual el menor había sufrido de mil y un ataques de nervios, finalmente ambos decidieron recostarse para ver una película.

En lo que iba la mitad de esta, el mayor de ambos ya se encontraba profundamente dormido, cosa que enternecía a Yang, quien cada tanto se le quedaba observando fijamente con el corazón acelerado. A veces observaba sus ojos, otras veces su nariz, sus cejas, sus mejillas y por último sus labios. Cada que observaba estos, su cabeza se llenaba de pensamientos impulsivos, sin embargo, Jungwon no se veía capaz de robarle un beso a Jay, mucho menos si este estaba dormido.

El pelirrojo decidió apagar la televisión para abrazar al mayor y dormir de esa manera, ocultando su cabeza en el cuello de este, sintiendo su aroma, cosa que le hizo sonreír.

—¿Cuánto más planeas ocultármelo?

Murmuró Jay abriendo los ojos al ver al contrario dormido. Soltó un suspiro y pasó una de sus manos por la cintura del más bajo, abrazándole dispuesto a dormir de aquella manera. 

La noche pasó tranquila, hasta que la alarma del mayor sonó. Desgraciadamente, al Jay vivir lejos, le tocaba levantarse temprano, aunque sabía que para Jungwon no era un problema, debido a que este estaba acostumbrado a hacerlo debido a que trataba de llegar antes que el azabache con tal de dejarle las cartas.

—Wonie despierta.

Susurró, moviendo suavemente al más bajo, quien abrió sus ojos lentamente.

En silencio, ambos chicos se levantaron, pues toda la familia de Park se encontraba dormida. Ambos se ducharon, siendo Jungwon quien lo hizo primero y se vistió con su uniforme, aunque la tentación de robarle aquel pijama al mayor era mucha.

Mientras el pelirrojo se duchaba, el mayor preparó el desayuno para ambos. Los dos desayunaron y luego fue Jay quien se metió a la ducha. Al salir de esta, ambos lavaron sus dientes, teniendo que regalarle un cepillo de dientes a Yang y después salieron de la casa del mayor.

—Hyung, tengo que ir a mi casa a cambiarme, muchas gracias por dejarme quedarme aquí contigo.

Aquel día, debido a las actividades, los estudiantes podían asistir con ropa informal, o sea, sin uniforme, por lo que Jungwon iba a pasar a su casa a cambiarse para colocarse algo con lo que pudiese ir con la estética de la banda, aunque realmente no tenía nada de esa estética algo oscura que pudiese utilizar.

—Déjame prestarte algo, conozco tus gustos y sé que solo usas ropa holgada, no va bien con la banda ni mucho menos con lo que vas a cantar.

Después de discutir unos momentos, finalmente Jungwon aceptó, por lo que volvieron a entrar a la casa del mayor para que este le prestara algo de ropa. Utilizó; unos pantalones de cuero bastante bonitos con cadenas, unos bototos que le quedaban un poquito grandes, una camiseta negra con estampados de calaveras y una chaqueta de cuero con pinchos junto a un collar que también los traía. Definitivamente Jungwon jamás se vestiría así por su cuenta.

Ambos fueron a la parada de los buses y cuando finalmente pasó el que los dejaría en la escuela, se subieron.

—¿Te dije que te ves demasiado bien con mi ropa?

Aquello avergonzó al menor, después de todo ser halagado por el chico que te gusta era algo que pondría nervioso a cualquiera.

—Basta.

—Pero si es verdad, te ves muy atractivo, todos morirán por ti al escucharte cantar junto a Kazuha.

Esa conversación duró hasta que los chicos llegaron a la escuela y recién ahí ambos se separaron, yendo Jungwon a su salón y Jay al suyo.

Las actividades escolares solo fueron las dos primeras horas de la mañana, luego de eso, las clases finalizaron dando paso al evento que todos los clubes habían estado esperando con mucha preparación.

Una vez más los jóvenes se reunieron en el salón del club en el cual iban a practicar unas cuantas veces más para las presentaciones de ese día, solo faltaba una hora para que las presentaciones de los clubes comenzaran, aunque afortunadamente, los de la banda de música iban al final de todo.

Chaewon, una de las chicas de la banda, específicamente la que se encargaba de tocar el teclado, escribía en su teléfono como si el mundo se estuviera acabando. Esta se acercó a Jake y a Jay, nerviosa por lo que tenía para decir.

—Kazuha no podrá venir hoy...

Someone Loves You! • JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora