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Su sonrisa se borró, sus manos comenzaron a sudar, su corazón se aceleró y sentía que en cualquier momento se desmayaría del pánico.

—¿Jungwon?

El menor sabía que mientras más tardase en responder, más sospechoso se vería.

—Dime.

Estaba nervioso, no sabía que excusa colocar ahora, no había mucho que pudiera decir, lo había encontrado en el acto, era imposible que el contrario no sospechara aunque sea un poco de él.

—¿Qué se supone que estabas haciendo? ¿Hay algo que quiera confesarme?—Cuestionó.

Jungwon empezaba a entrar en pánico, Jay le había visto meter la carta por lo que no había mucho con lo que pudiese hacer. Por un momento, por su cabeza pasó la idea de declararse formalmente,idea que desechó casi al instante.

—Uhm, sé que me viste dejando la carta, pero no es lo que parece, no soy yo... Yo uhm... yo sé quien es el chico de las cartas y por miedo a que lo descubras me pide a mí que te las deje.

—Espera espera, ¿Qué?

Por unos leves instantes Jay se había creído por completo aquella mentira. Después de todo, su único argumento para decir que Jungwon era el chico de las cartas era que este se las dejaba en su casillero, argumento que casi se desmorona, de no ser por lo que había visto el día de ayer. La libreta de Yang, donde claramente había una carta escrita, ¿Acaso también le escribía las cartas?

—¿Lo conoces?—Dijo Park, siguiéndole aquella mentira, tal como lo había hecho todo este tiempo.

—Uhm, sí. Pero como te dije, no te puedo decir quien es, él de verdad me pidió discreción a tal punto que ni siquiera me entrega las cartas a mano, me las deja debajo de mi pupitre.

"Que mentiroso puedes ser, Yang Jungwon." Pensó Jay con una sonrisa, asintiendo, para que el menor se sintiera más seguro, después de todo, el pelirrojo se iba a confesar cuando estuviera listo y el más alto no pensaba en presionarlo.

Todo parecía que estaba saliendo bien para el menor, casi demasiado bien, cosa que comenzó a preocuparle, él sabía que Jay no era tonto, por lo que de cierta forma le preocupaba que este estuviera creyendo todo lo que le estaba diciendo.

—Quiero saber acerca de él, no sé, lo que puedas contarme, detalles, lo que sea, solo quiero saber acerca de él.

Aquello hizo que el corazón de Jungwon se apretara sin tener muy claro el porqué. Solo sabía que, de cierta forma, le dolía el hecho de que el mayor mostrase más interés en el chico de las cartas que en él mismo. Aquello seguía alimentando la idea de que, cuando se declarase, Jay estaría decepcionado al ver se quien se trataba. 

—Hyung, no puedo.

 Inmediatamente el pelirrojo se dio la vuelta comenzando a caminar a su salón, el mayor por su lado, no quiso seguir presionándole, después de todo, estaba seguro que todo iba a suceder a su tiempo.

[•••]

Tan solo quedaban unos días para el festival de Halloween, en concreto, solo quedaban dos días, para que aquel Viernes treinta llegase. Toda esa semana se las habían dado a los clubes para las preparaciones, habían acortado algunas clases por lo mismo y, por ello, se encontraba en su club de música junto con los demás integrantes. En el transcurso de varias semanas, varios habían desertado de la banda, entre estos dos chicos que sabían tocar guitarra y el bajista del grupo, quedando solamente; Jake como guitarrista, Jay como bajista, Jungwon y Kazuha cantando, Chaewon tocando el teclado y Taehyun como baterista.

—Jungwon detente por favor.

Pidió Jay, quien por séptima vez en el ensayo se había equivocado.

—¿Necesitas un descanso? Puedes dañar tus cuerdas vocales si dañas tu voz.

El menor asintió ante la preocupación del rubio y le dejó el micrófono a Kazuha. Se sentó en uno de los asientos y soltó un suspiro carraspeando. No quería quedar sin voz a la hora de que llegase el Viernes y decepcionar a su equipo, especialmente no quería decepcionar a Jay.

Durante esas semanas, las cartas eran menos frecuentes debido a que debía ser más precavido al haber sido descubierto.

—Eso será todo por hoy.

Dijo el "líder" de la banda, el cual se trataba de Park.

Jungwon no tenía idea si el mayor estaba molesto con él, pero eso parecía. Esas últimas semanas, este lo había estado evitando a toda costa, en el único lugar en el que no lo podía evitar era en el club de música. Era gracioso y triste para Yang el hecho de que los papeles se hubiesen volteado y ahora era el más alto el que huía de él.

—Espera.

Sintió como alguien tomaba su muñeca antes de que pudiese salir de la sala de música, era el rubio que hace un tiempo atrás había tratado de ayudarle, al parecer, le tenía buenas noticias porque lo miraba con una sonrisa.

Esperaron a que todos se fueran del salón y Jay le avisó a su mejor amigo que estaría afuera de la escuela esperándolo.

—Bien, al fin se fue.

—¿Qué sucede hyung?

El más alto tomó a Jungwon por los hombros y comenzó a sacudirlo.

—¡Le gustas a Jay!

El menor ante esas palabras quedó petrificado. ¿Él? ¿Jay enamorado de él? No era algo que se pudiese creer tan fácilmente, en realidad, por más que fuese algo con lo que realmente soñaba, nunca podría creerlo.

—No es verdad.

—¡Sí que lo es!

—Hyung basta... Por favor.

—No lo entiendes Jungwonie. Tengo pruebas.

Inmediatamente los ojos del menor se abrieron de par en par. ¿De verdad era posible que Jay se enamorara de él?

Someone Loves You! • JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora