Someone Loves You! • Jaywon

[07]

—Jungwon...

Jay, quien había estado jugando un partido de fútbol durante el receso, había entrado a los vestidores para limpiarse un poco, lo que no esperaba era encontrar allí a Jungwon.

El menor inmediatamente se colocó su camiseta y cerró el locker, buscando salir inmediatamente para evitar al más alto.

—Espera, no te vayas aún.

—Tengo clase de gimnasia.

Jay se colocó en la puerta, cerrándola impidiendo al contrario salir.

—¿Por qué tienes esa cicatriz?

—Jay yo de verdad no quiero hablar de eso.

—Jungwon... ¿Qué te ocurrió?

—Realmente no quiero hablar del tema.

Jay continuaba insistiendo, el menor comenzaba a rascar su cuello a lo que el azabache le tomó la mano impidiendo que siguiera. 

—Dime.

—¡Incendié mi casa! ¿Contento?

Jay un tanto perplejo fue empujado por el menor, a lo que este salió yendo finalmente al gimnasio.

[FlashBack de Jungwon]

Ese día habían invitado a Sunoo, el vecino, mejor amigo y compañero de la preescolar del castaño. Ambos niños jugaban entre ellos, ya sea persiguiéndose. Eso fue así hasta que la mamá de Sunoo y mejor amiga de la madre de Jungwon, lo fuera a buscar.

Ambos niños después de una linda tarde de juegos y risas tuvieron que despedirse, cosa que a ninguno le gustaba.

Aún así, para que Jungwon no se sintiera mal, sus padres le consentirían con un dulce y ver una película los tres juntos.

Juntos estuvieron viendo aquella cinta de caricaturas hasta que el pequeño comenzó a quedarse dormido, así fue cuando lo llevaron a su habitación y, dejando un besito en la frente de este, ambos padres se fueron a recostar.

Durante la madrugada, Jungwon se había levantado para ir al baño, cosa que cuando terminó, comenzó a rondar por toda su casa, le gustaba hacer aquello cuando despertaba y sabía que le costaría dormir. 

Inmediatamente el pequeño fue a la cocina, para ver si podía encontrar algo dulce. Abrió su nevera, nada. Abrió los cajones cercanos a su altura y también nada, a lo que miró hacia arriba. Sabía que probablemente sus padres escondían los dulces en la alacena. 

Inmeditamente se se subió a la estufa para alcanzar el mueble de arriba y abrir este. Sin embargo, al pisarla, lo que hizo fue encender la estufa, que comenzó a soltar gas. 

Sacó varios dulces de un frasco y, satisfecho, estaba dispuesto a bajar, aunque al momento de hacerlo, presionó el botón que encendía la estufa. Cosa que le hizo gritar cuando toda la cocina se encendió en fuego. Este rápidamente comenzó a llorar y gritar al sentir un inmenso y doloroso calor en su espalda, su ropa camiseta estaba se estaba quemando y este avanzaba por la casa.

Inmediatamente los padres de Jungwon despertaron al sentir un olor extraño más un fuerte ruido. La madre del castañito fue a buscarle sin embargo gritó al ver fuego en el pasillo, por lo que corriendo fue a buscar al niño.

El padre del pequeño había llamado a los bomberos en lo que buscaba a su esposa.

—¡Jungwon no está!

—¡Amor hay que salir!

El señor Yang tomó la mano de su esposa, quien lloraba y la sacó de la casa.