09 - Capítulo 07: Bendice a los dioses del viento y el trueno

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—Este templo opaca por completo al de Funazawa—admiro en voz alta.

—La remodelación ayudó, supongo—Reizei se mantienen indiferente.

Ambas caminamos por el interior del templo, que es bastante grande y alberga un buen y cómodo espacio interior. Cuando llegamos, un par de mikos nos recibieron y guiaron hacia el pabellón principal, el cual está adornado con un gran cuadro y estatuillas de dos dioses. Ambos me despiertan ciertas memorias difusas.

También puedo notar que hay algunas personas más de visita en el templo, algunas quizá resguardándose de la lluvia.

—Bien, ¿cómo hacemos para que esos tipos salgan?—cuestiona Reizei.

—Sencillo, debemos hacer una oración y entregar una ofrenda. —camino hacia el altar para darle una demostración— Justo así.

Realizo los mismos movimientos y reverencias que hice en el templo de Funazawa para rezarle a Taiyokami. Finalizo colocando una pequeña varita de incienso en el altar.

—Eso parece un juego de manos, pero veamos si sirve de algo—Reizei da un paso al frente del pabellón.

Ella intenta replicar el movimiento de mis manos, pero lo hace de una manera un poco torpe y que la orilla a equivocarse en un par de ocasiones.

—No, diste un aplauso de más. Mira, te enseño—me apresuro a tomar sus manos.

Al momento de tocarlas, puedo sentir el calor que trasmiten. Pese a que el clima es frío y helado, sus manos no lo están. De hecho, son tan cálidas que tengo ganas de mantenerme así un poco más de tiempo, aunque sea unos segundos.

—¿Qué?, ¿ya olvidaste también como hacerlo?—se mofa Reizei.

—¡No! Para nada, solo pensaba en algo...

Sacudo mi cabeza de cualquier idea invasiva y me propongo a mostrarle el rezo a Reizei.

—Un par de reverencias, dos aplausos... oh, y la campana, no la olvides—repaso junto con ella.

Luego de un par de intentos consigo hacer que lo haga de manera fluida. Ella me ha estado demostrando no ser muy devota, pero no creí que no supiera rezar en un templo de manera correcta. Ay, voy a tener que enseñare mucho si vamos a estar las dos juntas por el resto del viaje.

—Y ahora enciende un incienso y colócalo aquí—le indico, señalándole el recipiente.

Ella obedece mis instrucciones y unos segundos después la ofrenda está hecha.

—Genial, ¿qué sigue?

—Ahora puedes rezar. Y recuerda hacer una última reverencia al acabar.

Reizei asiente en silencio y se gira en dirección al altar. Ambas permanecemos en silencio mientras hacemos nuestras oraciones. Yamamoto dijo que las deidades de este templo son Kaminarikami y Kazekami, así que mis palabras van dirigidas a ellos.

Ruego por que las intensas lluvias que azotan la región se suavicen y no sean una tragedia para los habitantes de Yanagawa. También pido respuestas, y que nuestro camino sea ameno y sin complicaciones. Que estas palabras y rezos lleguen hasta el altiplano celestial y sean recogidas como bendiciones.

Luego de un pequeño rato realizo una última inclinación para mostrar mi respeto a los dioses. Reizei lo hace casi al unísono, terminando sus plegarias.

—Bien, creo que terminamos por aquí. A menos que prefieras pasear por el templo—comenta mi acompañante.

—Sería maravilloso, pero ya he hecho lo que tenía que hacer. Podemos ir a otro lado si así lo prefieres—respondo.

Balada De Flores Lunares © | Tsuki no hana no barādo | 月の花のバラードDonde viven las historias. Descúbrelo ahora