3. Juventud

263 47 24
                                    

La mañana había despertado con un aire fresco y renovador, propio del otoño en su apogeo. Las hojas de los árboles comenzaban a teñirse de tonos dorados y rojizos, creando un tapiz vibrante sobre Greenwood. Martin se encontraba en el jardín, respirando profundamente el aroma a tierra húmeda y hojas secas, mientras este se ataba los cordones de sus zapatos para ir a la escuela.

Cuando terminó entro adentro de la casa para agarrar su cesta y despedirse de Isabella y Tomasso.

...

En el camino a la escuela se sorprendió al ver que un chico le seguía.

—Ey, ¡ey! ¡deja de caminar chico!

Al escuchar la voz de aquel chico se paró en seco y se tensó, recordando de vuelta su pasado, como las risas de los chicos, gritos e insultos le atormentaban a diario, tanto en el orfanato como en la escuela.

Martin se giró y miro de arriba a abajo al chico que estaba tratando de llamar su atención y se dio cuenta que era un chico que estaba en su clase, pero no sabia ni su nombre, ni habían compartido palabras.

—¿Necesitas algo?— Dijo Martin sin poder mirar al chico a los ojos.

—No, no, solo quería hablar contigo...— Dijo el chico acercándose a Martin, mientras que este retrocedía.

—¿De que? No te conozco de nada, yo no tengo por que hablar contigo, no te he hecho nada..— Dijo Martin agarrando con fuerza su cesta con una mano y con la otra su gorra.

—Claro que si, ¿que intenciones tienes con Chiara? ¿eh?

—¿Yo? ¿Con Chiara? N-nada...— Murmuro Martin con la voz temblorosa.

—A mi no me mientas, te he visto muy pegadito a ella, y eso de ser "amable" con las chicas para ligar no te va a ayudar de nada, chico.

—Y-yo...— Corto su frase ya que el chico se tropezó con un tronco de un árbol que hizo que se cayera hacia atrás y el otro chico aprovecho esto para acercarse a Martin y mirarle.

—¿Tu que? ¿Vas a hablar? ¿O te vas a quedar de pobrecito?

—No...y-yo...

—¿Que estáis haciendo?

El chico se giró para mirar a un chico que aparecía detrás de el.

—No me esperaba que aparecieras tú por aquí...pensaba que estabas de viaje, me alegro de verte.

—Y así es, estaba.— Dijo el chico desconocido para mirar a Martin que estaba en el suelo y después mirar al chico de nuevo. —Me alegro de verte a ti también Angelo.

—Por cierto, ¿estabais jugando o algo? Por que vais a llegar tarde.— Añadió el chico desconocido.

—No, no, yo...ya me iba, solo estaba saludando al chico.

—Ah bien, ¡vale!

Angelo se volvió a girar para mirar a Martin.

—Ten cuidado con lo que haces huerfanito, Chiara es mia.— le susurro al chico antes de alejarse en dirección a la escuela.

El chico al ver que Angelo se había ido se levantó rápidamente y se sacudió la ropa mientras el chico desconocido le miraba sin decir nada, para después agarrar su cesta y dirigiste hacia la escuela con rapidez.

—¿Necesitas algo mas? ¿Hay que matar algún dragón o algo así?

—¡No gracias!— Dijo Martin para después volverse a quedar en silencio mientras caminaba.

Mientras tanto el chico desconocido seguía parado mirando a Martin alejándose.

—¡Ey chico!— Dijo el desconocido mientras caminaba detrás de el con prisa para alcanzar a Martin. Martin a su vez permanecería aun en silencio mientras el desconocido trataba de llamar su atención.

El jardín de las mariposas 🦋 || JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora