4. Palabras

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Acababa de pasar una semana desde el incidente en la escuela con el joven Juanjo, Martin se encontraba en el jardín dando vueltas por el gallinero mientras este cantaba bajo la luna llena.

Isabella y Tomasso miraban al chico desde la puerta de la modesta casa.

—¿Cuándo piensa volver a la escuela?— Preguntó Tomasso preocupado por el chico.

—El chico se niega a ir, y no le juzgo, si a mi me pasara todo lo que le esta sucediendo al chico yo tampoco tendría muchas ganas de volver a ese lugar.

—Los jóvenes son muy duros con el.

—Y mucho, el chico va con la intención de hacer amigos y aprender, pero parece que le rechazan por...ser huérfano.

—¿No es lo mismo que le pasa a la joven de los Benedetti?

—¿Ruslana? ¿la pelirroja?

—Esa misma.

—Bueno, por lo que yo se después de que sus padres le dejaran a cargo de su tia fue un...poco complicado que se adaptara aquí. Ya sabes como son de cerrados de mente los del pueblo, se metían con ella por ser pelirroja.

—Su madre también lo era, ¿verdad?

—Si, pero no de sabe en motivo de por que dejaron abandonada a la niña, pero por lo que se la niña ahora esta bien.

—Eso está bien.— Dijo Tomasso para después volver a mirar al chico.

—Lontana, lontana,
come un sogno lontano,
la vita che ho vissuto
è lontana da me...— Cantaba el chico en bajo mientras aún daba vueltas.

(Lejos, lejos,
como un sueño lejano,
la vida que he vivido
está lejos de mí.)

—El chico me esta preocupando, lleva así toda la semana, no ha querido ni acompañarme a la iglesia, deberíamos hablar con el.— Dijo Isabella mirando de reojo a a Tomasso.

—Si, deberíamos, ¿no que el otro día casi quema la casa por estar distraído?

—Así es, y se esta pasando ya un poco, se la pasa distraído todo el día, y no puede seguir así.

—Hablemos con el entonces.

—Martin cariño, ¿podrías venir?— Dijo Isabella aún desde la puerta.

Martin miró hacia la puerta y se acerco a ellos en silencio.

—¿Podríamos hablar contigo?— Dijo Isabella agachándose para ponerse a su altura y acariciando su hombro.

—Uhm, claro, decirme.— Dijo mirando a los dos hermanos un poco confuso.

—Bueno, Tomasso y yo lo hemos hablado y creo que te vendría bien volver a la escuela.

—¿Que? ¡No podéis hacerme esto! ¡Ya visteis como me tratan! ¡Todo el pueblo me odia! ¡Y ese necio de Juanjo esta tratando de arruinarme la vida!— Dijo Martin bastante alterado.

—Pues ya esta decidido señorito, mañana vuelves a la escuela y no hay más que decir.

Martin entró a la casa dirección a su habitación refunfuñando mientras las primeras lágrimas salían.

Isabella miró a Tomasso con preocupación.

—Lo haces por su bien Isabella, no te preocupes.

La mujer suspiro para que después los dos mayores entrarán adentro de la casa.

...

El jardín de las mariposas 🦋 || JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora