König is so quiet
Iris fue trasladada de Holanda a Inglaterra gracias a una recomendación de un superior, dentro de la base de inglaterra conoce a un tímido coronel del que poco a poco tiene sentimientos encontrados, pero estos lastimosamente chocan...
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La noche había caído sobre el paisaje holandés, envolviendo la mansión de Roman en una sombra densa y amenazante. König e Iris se preparaban para su misión en silencio, ambos conscientes de la gravedad de la situación, a pesar de que Price estaba muy seguro con respecto a su plan, Iris sentía cierto mal presentimiento
Cada uno repasaba mentalmente los planes y protocolos mientras se equipaban con el equipo necesario para infiltrarse en la fortaleza de su enemigo
König ajustó su chaleco táctico y revisó sus armas una última vez antes de girarse hacia Iris. Ella estaba concentrada, atando los cordones de sus botas y verificando su propio equipo. Sus miradas se encontraron por un breve momento, y él pudo ver la determinación en sus ojos. Ella estaba lista, y eso le daba a él la fuerza que necesitaba, como siempre sus ojos envolvian al austriaco de manera dulce y pacifica
-Nos encontramos en la entrada oeste en diez minutos-dijo König, su voz apenas un susurro en el frío aire nocturno
Iris asintió, terminando con su preparación
-Entendido. Y König... ten cuidado
Él le dedicó una media sonrisa antes de acomodarse la máscara y desaparecer en la oscuridad. Iris lo siguió unos momentos después, su corazón latiendo con fuerza mientras se dirigía al punto de encuentro
Y ahi estaba, apunto de enfrentarse a esa casa que durante meses paso un infierno dentro, meses en donde solía mentir a su ex pareja diciendole que tenia trabajo solo para no verlo por las noches aunque ella sabia que así solo empeoraba la situación
El camino hacia la mansión de Roman estaba lleno de soldados, cámaras, y uno que otro sensor de movimiento pero ambos avanzaron con una muy buena destreza
Evitaron los sistemas de seguridad con precisión, moviéndose como sombras en la noche. Cuando finalmente llegaron a la entrada oeste, se encontraron con un par de guardias que custodiaban la puerta. Con una sincronización perfecta, König e Iris los neutralizaron silenciosamente y entraron en la mansión.
El interior era un laberinto de corredores y habitaciones lujosamente decoradas, pero frías y vacías, como la persona que las habitaba
Avanzaron sigilosamente, recopilando información y marcando puntos estratégicos en sus mapas mentales. Cada paso que daban los acercaba más a su objetivo y, al mismo tiempo, aumentaba el riesgo de ser descubiertos
Iris suspiro al entrar a la habitación principal en donde solia dormir con Roman, realmente ella nunca esperaría que Roman estuviera metido en tanta mierda como tener su propia secta, auto dominarse Dios, tráfico de armas y blancas
Era demasiado para ser verdad
Llegaron a una habitación que parecía ser una oficina.Iris comenzó a revisar los documentos en el escritorio mientras König mantenía la guardia. De repente, el intercomunicador de Iris se activó con un zumbido estático, seguido por una voz que reconoció al instante.
