König is so quiet
Iris fue trasladada de Holanda a Inglaterra gracias a una recomendación de un superior, dentro de la base de inglaterra conoce a un tímido coronel del que poco a poco tiene sentimientos encontrados, pero estos lastimosamente chocan...
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Más tarde, cuando el entrenamiento terminó, Iris decidió regresar a su habitación para ducharse y cambiarse
Mientras caminaba por el pasillo, se cruzó con la recepcionista, que aún parecía molesta por el rechazo de König
—Mira quién tenemos aquí —dijo la recepcionista, bloqueándole el paso a Iris—La princesita que se cree mejor que todos los demás
Iris intentó ignorarla y pasar de largo, pero la recepcionista la empujó suavemente contra la pared
—¿Qué haces con König, eh? No eres más que una carga,Alguien como tú no debería estar aquí-Gruño la mujer con un fuerte acento ruso
Las palabras hirieron a Iris, pero intentó mantenerse fuerte
—Déjame pasar —dijo con voz temblorosa—No quiero problemas
La recepcionista soltó una risa cruel
—¿Problemas? Tú eres el problema. Solo estás aquí porque das lástima. ¿Qué crees que vería König en alguien como tú?
Iris sintió las lágrimas acumularse en sus ojos. La crueldad de las palabras de la recepcionista la atravesaba como cuchillos, realmente queria golpear a la peli negra hasta matarla pero obviamente no podría permitirse hacer eso asi que solo suspiro pesadamente
En ese momento, König apareció en el pasillo, habiendo terminado de guardar su equipo de entrenamiento. Vio a Iris acorralada y las lágrimas en sus ojos, y algo dentro de él estalló
—¡Hey! —gritó, su voz resonando por el pasillo—¿Qué demonios crees que estás haciendo?
La recepcionista se dio la vuelta, sorprendida por la furia en los ojos de König, haciendo a ella fruncir el celo
—Solo estoy hablando con tu amiguita —dijo con desdén—Parece que no puede defenderse sola
König se acercó rápidamente, colocándose entre Iris y la recepcionista
—No vuelvas a hablarle así —dijo, su voz baja y peligrosa—Si tienes un problema, lo arreglas conmigo
La recepcionista se cruzó de brazos, lanzando una mirada desafiante a Iris
—Oh, ¿necesitas que tu guardaespaldas te defienda ahora? Qué patética
Antes de que König pudiera responder, Iris habló, su voz temblando pero firme
—No necesito que nadie me defienda, pero no voy a caer en tu juego. Esto no es lo que hacemos aquí, la que va a tener problemas con Price eres tu
La recepcionista se echó a reír, pero König dio un paso hacia ella, su tamaño intimidante
—Lárgate antes de que haga que te descuartizen —dijo con voz amenazante
La recepcionista lanzó una última mirada de desprecio a Iris y se alejó, murmurando insultos en ruso
