Teacher's Pet || Heartstopper

21. El bebé

Nick

Charlie sale de mi habitación y Smith ahora se gira hacia mí.

— Nicholas Nelson, no hay buenas noticias para usted. Poco después de que salió de mi despacho, me avisaron que recibió otra denuncia. La policía no va a tener que hablar solo con Spring y su familia, sino también con la señorita Grace Ashford. Pronto se sabrán los motivos de la denuncia.

Yo creo ya saber los motivos.

Smith sale de la habitación sin decir nada más.
Me enfoco en mi maleta que todavía no preparé porque tuve algunas interrupciones gracias a Charlie.

— ¿Puedo pasar? — pregunta alguien detrás mío y descubro que es Amelia que está apoyada sobre el marco de la puerta.

— Si claro, pasa. — continúo doblando mi ropa.

— Me enteré lo que hiciste. Gracias por contarmelo. — ironiza.

— No tenía por qué contartelo, es algo mío.

— Soy la madre de tu bebé, debiste decirmelo igual. — reprocha una vez más. — No soy quien para decirte que hacer o no, pero mínimo me hubieras dicho que te acostabas con personas estando juntos, y no haciéndome quedar como la villana cuando tú también me engañabas Nick.

— Amelia nunca te engañé. — niego. — Cuando tuve sexo con Charlie nosotros ya no estábamos juntos.

— Pero no puedes negar que te comenzó a gustar cuando ya estábamos juntos.

— Eso es verdad. — afirmo.

— ¿Lo amas?

No me esperaba esa pregunta, pero tampoco me sorprende. No sé cómo lo hace, pero Amelia siempre sabe como me siento, siempre sabe lo que siento por cada persona a la que conozco, pero nunca supo como me sentía con ella. Nunca se dió cuenta cuando la dejé de querer.

— Claro que no. — miento. — Charlie no es más que un alumno para mí.

— Bien que te lo cogiste.

— No tiene nada que ver, puedo coger con quien quiera sin sentir nada. Y Charlie no fué la excepción.

— Bueno, como sea, no vine a hablar de él ahora. — se cruza de brazos. — Nicholas si te vas a la cárcel voy a abortar al bebé.

Me acerco a ella velozmente. — ¿Amelia estás loca? ¡No puedes hacer eso!

— Claro que puedo Nick. Yo no voy a hacerme cargo de un bebé al que no puedo mantener, no tengo nada de dinero.

— ¡¿Y por qué aceptaste tenerlo?! — pregunto furioso. — Cuando te enteraste pudiste abortarlo y no decirme nada.

— Nick, yo aún te amo y mucho, y siempre quise tener una familia contigo. — agarra mis manos. — Este bebé era la oportunidad perfecta para poder estar contigo...

— Eres una cínica. — me suelto de su agarre y niego lentamente con la cabeza. — Solo no abortes al bebé.

— Pero Nick, ¡no podré cuidar de él! No tengo dinero.

— No acabes con la vida de él, él merece vivir Amelia.

— ¡La pasará peor conmigo! — exclama. — Tendré que mantener la casa, pagar cuentas, y apenas tendré para darle de comer.

— Entonces...

Pienso, pienso, y no se me ocurre nada. No quiero que el bebé pase hambre, pero tampoco quiero que Amelia acabe con su vida.