Teacher's Pet || Heartstopper

11. La primera vez

⚠️AVISO: Este capítulo incluye contenido sexual. 🔞

Nick

El viernes pasó volando y, de repente, ya era sábado, el día que tenía que darle clases a Charlie. Había arreglado todo con la directora unos días atrás, así que estaba listo para recibir a Charlie en la sala de profesores a las 6 en punto.

Cuando Charlie finalmente apareció, entró con sus libros en brazos.

— Llego tarde?

— No, llegas justo a tiempo. Siéntate. — le dije con una sonrisa. Decidimos comenzar con lo más fácil: biotecnología.

Mientras intentaba explicar los conceptos, noté que Charlie no parecía estar prestando mucha atención. Solo asentía y respondía de manera distraída.

— ¿Charlie, no me estás prestando atención? — pregunté un poco frustrado.

— No, no, sí le presto atención. — respondió Charlie.

— Entonces, ¿qué dije? — le desafié.

— Algo sobre plantas. — respondió Charlie.

— Charlie, no estoy hablando de plantas. — suspiré.

— Ah, ¿no? Bueno, entonces... — comenzó Charlie, pero lo interrumpí.

— No sigas, ya sé que no escuchaste nada. — admití con resignación.

— Lo siento, profe, es que no puedo. — se disculpó Charlie.

— Puedes irte si quieres, no estás obligado a estar aquí. — le dije un poco desilusionado.

-— Yo quiero estar aquí, pero es su culpa que no pueda escuchar bien. — dijo Charlie, irónicamente. — Es muy lindo y no me deja concentrarme.

— ¿Disculpa? — dije con una sonrisa incrédula. — ¿Para ti soy lindo?

De repente, Charlie agarró sus cosas. — ¿Puedes venir esta noche a mi cuarto? Quiero hablar de algo. — dijo Charlie dirigiéndose a la puerta.

— ¿Y por qué no lo hablamos ahora? — pregunté, confundido.

— Ay, profe, usted es tan inocente. — dijo Charlie con un guiño de ojo antes de salir.

Me quedé allí, procesando la extraña conversación, sin estar seguro de qué pensar al respecto.

La noche caía con rapidez sobre el internado, y mientras me dirigía hacia el cuarto de Charlie, mis pasos eran cuidadosos y sigilosos, atento a cualquier señal de presencia cercana. Aunque la mayoría de los alumnos ya habían abandonado el lugar, sabía que aún quedaban algunos rezagados, algunos de los cuales podrían cruzarse en mi camino.

Con un toque apenas audible, toqué la puerta, y esta se abrió lentamente, revelando a Charlie del otro lado, vestido con un adorable pijama de perritos que lo hacía ver aún más encantador.

— Pasa. — dijo Charlie con un tono dulce que me hizo sonreír levemente, y así lo hice, adentrándome en la habitación que se encontraba desierta, a excepción de nosotros dos.

— Bien, ¿de qué querías hablar, Charlie? — pregunté con curiosidad, esperando escuchar algún problema o preocupación que quisiera compartir.

Pero su respuesta tomó un giro inesperado.

— Oh Nick, das ternura. No viniste a hablar. — dijo Charlie con una mirada traviesa en sus ojos, mientras cerraba la puerta con llave.

— ¿Qué estás haciendo, Charlie? — pregunté con una mezcla de preocupación y sorpresa, observando cómo se acercaba hacia mí con determinación.