Misión.

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Finalmente, todos esos acontecimientos con el perfecto ritmo del tiempo y una situación que no le permitió avanzar con normalidad, llevaron a los dos sujetos antes mencionados a un lugar en común. Quizá uno de ellos buscó al otro, esperando algo diferente, creyendo que era otra persona. Pero eran solamente quienes debían ser, no otros más. 

Uno de ellos atormentado por lo que pudo ser si solo se hubiera permitido a sí mismo ser parte de algo importante, de personas importantes y así no ser despreciado por sus actos tardíos. El otro con sus ilusiones rotas porque no se le permitió ser parte de algo importante, quedándose con las ganas de ser alguien y poder hacer algo grande, buscando aprobación. 

La tarde que Logan miró ese extraño triángulo dorado abrirse junto a las mesas de billar... ¿era un triángulo? realmente no podía saberlo, el alto nivel de alcohol en su cuerpo no le permitió saber si lo que miraba era real o solo parte de su imaginación.

Y aquel que inicialmente pensó era una chica en busca de sexo le dirigió la palabra. Esa tarde no pensó que volvería su oportunidad de enmendar todo lo que hizo en el pasado, así que, sabiendo que había más oportunidad de fracasar, decidió intentarlo.

Una última oportunidad antes de disparar en su cabeza aquella bala de adamantium que conservó por años. Además, una razón más era porque el tipo del traje rojo con negro le había casi rogado que lo necesitaba, eso sin duda le hizo sentirse importante, se lo creyó por al menos esta vez.

Sí, suena estúpido como dos personas tan diferentes en estilo de vida y comportamientos tengan más en común que nadie y que al pensarlo detenidamente serían los únicos seres que podrían conocerse por sobre toda la muerte que el mundo enfrentaría los próximos años y por la eternidad, solo ellos dos podrían encontrarse dentro de cien años y ser los mismos que ahora (excluyendo momentáneamente al resto de los mutantes inmortales que existían). 

Y, si ese par se daba cuenta a tiempo, podrían tener todo lo que ansiaban recuperar u obtener para siempre si así lo deseaban. Solo tenían esa misión para notarlo o desperdiciarlo.

No fue fácil al principio, llevar el ritmo del otro era un caos, uno especial porque a pesar de las pequeñas y grandes diferencias que relucían cada poco tiempo, parecían entenderse y aceptarse sin mucho drama, las bromas o insultos eran cosa a parte que muy lejos de lastimarse (cosa rara que solo los mutantes inmortales y con capacidad de regenerarse entendían) sabían hasta qué punto golpear y donde parar.

Y, sin querer admitirlo ninguno de los dos, el hecho de luchar entre ellos era algo que les hacía sentir algo, una sensación que a pesar de ya haber sentido incontables veces, era diferente, más intensa.

Excitación.

No hay nada como acabar juntos. [Deadpool & Wolverine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora