Caminó por el comedor de la universidad en busca de dos de sus amigos, encontrándolos en una de las mesas del fondo. El pelirrojo de nombre Baekhyun, le hizo señas con la mano para que se acercara a ellos y Hoseok le respondió con su sonrisa de hoyuelos, tan ajeno a las verdaderas intenciones de aquel par.
Baekhyun miró con complicidad a su mejor amigo y el azabache le correspondió de la misma forma, ambos con esa sonrisa que a cualquiera le daría escalofríos.
Hoseok tomó asiento frente a ellos, colocando la bandeja en la mesa para que después, los tres comenzaran una plática de lo más normal, llenando sus estómagos con la comida de la cafetería.
De repente, todo se volvió negro, cambiando de un instante para otro de escenario, donde se encontraba en el sótano de la universidad, no recordando cómo había llegado allí. Intentó moverse, pero estaba sujetado de sus piernas por un pelirrojo que conocía bien, mientras este lo miraba relamiéndose los labios, gesto que le hizo sentir asco.
Sintió un peso encima de él y era nada menos que Chanyeol, quien estaba sentado sobre él, sujetando con fuerza sus muñecas y manteniéndolas encima de su cabeza. Hizo el intento de zafare, pero el desgraciado era fuerte.
—Por favor—rogó con lágrimas en sus ojos—. Déjenme ir, prometo que no diré nada.
—Silencio, perra—gritó el azabache, proporcionándole un golpe en su mejilla con el puño cerrado—. Hoy nos vamos a divertir contigo, serás nuestra zorrita—su estruendosa risa resonó haciendo eco, acompañada de la de su amigo.
—No sabes desde cuando hemos deseado partirte ese culito virgen que tienes—esta vez habló Baekhyun, con su voz cargada de morbo.
—Eres todo lo que cualquier hombre desearía—continuó Chanyeol.
— ¡Suéltenme!, ¡Ayuda!, ¡Qué alguien me ayude! —gritó desesperado, mientras forcejeaba con ambos hombres, quienes se reían en su cara.
—Grita todo lo que quieras, amor, no hay nadie en este lugar que pueda venir a socorrerte.
—Eso te pasa por ser tan ingenuo. Espero que después de esto, aprendas la lección.
—Por eso elegimos este lugar y en un fin de semana, para que puedas gemir con libertad, como la puta que eres.
Después de decir eso le escupió en la cara, para posterior tomar su mentón con fuerza, estampando sus labios con los de Hoseok. El menor se removía, pero era inútil, eran dos contra uno y Baekhyun lo tenía bien sujeto de sus piernas, al igual que el agarre en sus muñecas.
— ¿No era lo que querías?, ¿Qué te cogiera? Pues estoy cumpliendo tus deseos, Seokie—de un tirón le arrancó la camisa, asustando a Hoseok.
Pasó su lengua por su vientre, haciéndolo temblar de miedo, porque estaba a punto de perder su virginidad y en contra de su voluntad, y lo peor de todo, es que iba a ser abusado por el chico que le gustaba.
Más lágrimas corrieron por sus mejilla, porque era lo único que podía hacer, llorar y soportar el cómo Chanyeol manoseaba su trasero, diciéndole mil morbosidades que jamás en su vida olvidaría.
Arrancó sus pantalones junto con su ropa interior, dejándolo expuesto y el azabache mayor se relamió los labios, deseando poder enterrarse de una buena vez en su interior. Sin hacerse de rogar, desabrochó la correa de sus pantalones, bajándolos después. Masturbó un poco su pene, antes de adentrarlo sin ningún tipo de delicadeza en el trasero de Hoseok.
El pelinegro arremetió contra su entrada cuantas veces le dio la gana, sin importarle los gemidos de dolor de Hoseok, quien lloraba desconsoladamente, rogándole a algún dios que mandara a alguien quien lo ayudara. Recordó a sus amigos y a su hermano, mientras sentía como el semen del azabache corría por sus muslos, sintiéndose sucio.
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Defensa Personal - Vhope
FanfictionTaehyung era un molino de sentimientos desde el momento que cruzó miradas con aquel chico tan peculiar, que se robó toda su atención. Él solo fue arrastrado por su mejor amigo para que lo ayudara a impartir sus clases de defensa personal. Para nada...