Clase 10

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Despertó poco a poco, tanteando a su lado, encontrándolo vacío. Se sentó en la cama, bostezando a la vez que se estiraba un poco para terminar de despertar completamente. Estaba un poco decepcionado de no encontrar a Taehyung a su lado, pero supuso que debió volver a su casa, con Jimin.

Cruzó sus brazos abultando sus labios. Seguramente prefería estar con su amigo antes que con él.

Se colocó sus pantuflas para bajar hacia la cocina, que probablemente estaría deshabitada porque su hermano siempre salía muy temprano a trabajar, incluso los domingos, porque la ley no descansaba.

Frotó sus ojos mientras se adentraba a la cocina y grande fue su sorpresa al encontrarse con Taehyung sirviendo el desayuno. Al percatarse de que estaba ahí, le sonrió con su típica sonrisa al mismo tiempo, que se acercaba y depositaba un beso en su cabeza.

—Buenos días, dormilón, ¿Cómo amaneciste?

—Buenos días—contestó—. Pensé que estarías en tu casa.

—Llovió muy fuerte anoche, así que tu hermano me permitió quedarme en el sofá—señaló la sala a sus espaldas.

—Veo.

—Preparé el desayuno, será mejor que comas algo.

Le sirvió los rollos de huevo con lechuga que había preparado en un plato, junto a una rodaja de pan y jugo de naranja. Hoseok agradeció con las mejillas rojas, porque hasta Taehyung sabía cocinar y eso lo avergonzaba, tendría que esforzarse más por aprender.

Se dirigió al comedor y Taehyung lo acompañó, admirando como rellenaba sus mejillas con el alimento, llenando sus labios con migajas de pan, cosa que al castaño se le hizo muy tierno.

—Eres un desastre—comentó con una sonrisa, a la vez que estiró su mano y limpió sus labios con su pulgar—. Pero eso me encanta de ti—luego llevó el pulgar a sus labios.

Las orejas de Hoseok se colocaron rojas, ante la osadía del castaño, quien le había hablado con tono seductor. Un carraspeó proveniente de Jungkook los sacó de su burbuja, tomando compostura.

— ¿No vas a desayunar? —se dirigió Taehyung a Jungkook, quien tenía su atención en su celular.

—Después. Deberíamos irnos, se hace tarde.

—Lo siento, Hobi. Volveré después.

—Pero, ¿Debes marcharte? —su semblante fue triste y eso lo conmovió.

—No será por mucho, hay algo que debo hacer y Jungkook va a darme un aventón. Pero volveré, porque aún tenemos una conversación pendiente respecto a nosotros.

— ¿Lo prometes?

—Claro que sí, cariño—después de eso besó su mejilla, para posterior marcharse con Jungkook.

—Eso fue muy cursi—comentó el azabache mayor una vez subidos en la camioneta.

—Solo Hoseok puede sacar milado cursi—y Jungkook sonrió satisfecho.

—Solo Hoseok puede sacar milado cursi—y Jungkook sonrió satisfecho

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