Clase 4

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—Ese chico es raro—comentó Jimin, a la vez que metía una cucharada de cereal a su boca.

Ambos amigos se encontraban en el pequeño comedor que se pudieron costear con sus ahorros, degustando el desayuno preparado por el azabache, que era cereal con yogurt de fresa.

— ¿Por qué lo dices?

— ¿No viste como me gritó? —abrió los ojos el pelirosa dramáticamente—, Eso no es algo que una persona normal haría.

—No podemos juzgar a la gente sin conocerla, tal vez tiene algún trauma o fobia con eso—aportó Taehyung, bebiendo de su vaso de leche.

—Olvidaba que eres psicólogo.

—No, mi hermana lo es. Tal vez él tiene hafefobia—le restó importancia el castaño.

—Lo peor de todo, es que si me caso con su hermano, tendré que convivir con ese rarito—Taehyung rodó los ojos.

—Lo único que te importa es coger.

—Vamos Tae, sabes que hace tiempo que no tengo un buen polvo con nadie. Ni siquiera he podido salir en citas.

—Mejor, siempre sales con puros imbéciles.

—Bueno, vivo con uno, supongo que es lo único que me rodea.

—Oh, ya cierra la boca—Jimin se echó a reír, contagiando al menor.

Cada quien colocó su recipiente vacío en el lavamanos de la cocina, haciendo piedra, papel o tijera para ver a quien le tocaba lavar los trastes. Al final, ganó Jimin, siendo Taehyung el desafortunado.

—Me voy querido, nos vemos en la noche—le tiró un beso volador—. Qué te diviertas.

—Maldito—insultó el muchacho de hebras castaño oscuras, mirando la montaña de platos y tazas que había ensuciado solamente preparando cereal.

Restregó la esponja en el interior de uno de los recipientes, con su vista perdida en algún punto de la pared, pensando en aquel chico de cabellos oscuros y sonrisa de corazón, que se había metido en su cabeza y no quiso salir más.

Anoche estuvo dándole vueltas al asunto, recordando el dolor y el pánico en esos preciosos ojos marrones y por alguna razón, sintió ganas de protegerlo y meterlo en una caja de cristal, para que nada ni nadie pudiese dañarlo.

Y se sintió idiota por eso, porque no era ni su problema, ni su responsabilidad. Solo era un estudiante más y después de estas clases, no lo volvería a ver en lo que le resta de vida. Dejó de hacer su labor, apoyándose en el lavamanos, aun con el recipiente en una mano y la esponja en otra, con sus guantes de goma amarillos.

—Debes controlarte Taehyung, no te dejes engañar por ese angelical rostro—se dijo a sí mismo retomando su tarea.

—Debes controlarte Taehyung, no te dejes engañar por ese angelical rostro—se dijo a sí mismo retomando su tarea

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Escribía en su libreta, al mismo tiempo que sacaba un poco su lengua en señal de concentración. Esta era la desventaja de ausentarse tanto tiempo, que para ponerse al corriente costaba, pero pronto se adaptaría. Sus amigos ya iban cuatro semestres más adelantados que él y eso lo hizo sentir un poco mal, más no se desanimaría, todos llevaban un propio ritmo.

Defensa Personal - VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora