Cuando Carre y Robleis se conocieron estaban en el instituto. Ambos tenían diecisiete años y estaban en la misma clase, pero eran muy distintos. Robleis era un niño bueno que estaba apuntado a clases de canto y era amigo de casi todo el mundo, mientras que Carre sólo se hablaba con Spreen y no era lo que sus profesores definirían como alumno ejemplar. Siempre habían sido un cliché como los de las películas.
El ojiverde nunca se habría fijado en él si no fuera cuando aquel fatídico día Rob se acercó a él y a su amigo pelinegro, pidiéndoles que lo ayudaran con un concurso de música. Al parecer se había fijado en que Carre tocaba el bajo y que Spreen tocaba otro instrumento, y como le gustaba el rock, quería probar a presentarse con una canción de ese estilo. El castaño claro sólo pudo ponerle importancia al hecho de que el cantante se había fijado más en él que en su amigo. Bingo.
Ese mismo día conocieron a Ollie y desde entonces, habían sido la banda que hasta el presente se hacía llamar Blue Star. Aparte del grupo, algo más nació ese día: el interés de Carre en Robleis.Una vez, el bajista hizo saber esto a su mejor amigo en una de sus tantas quedadas a solas, comiendo y bebiendo refresco (porque ninguno de los dos tomaba alcohol) en el parque.
- Creo que Robleis quiere algo conmigo. -
Spreen lo miró confundido. - ¿Cómo estás tan seguro de eso? -
- Oh vamos, ¿no has visto cómo me mira? Además, se pega más de lo normal a mí cuando quiere contarme algo sobre la banda. Tenerlo tan cerca me hace pensar en... bueno, puedes hacerte una idea. -
Carre se rió cuando el más alto se atragantó con su bebida, sonrojándose ante la idea de dos de sus amigos manteniendo relaciones sexuales.
- ¿Para qué mierda me cuentas eso? Me lo he imaginado, que asco. -
- ¿Y lo estábamos disfrutando? -
La respuesta a eso fue un puñetazo en el brazo, haciéndole reír aún más. Y aunque a Carre le encantaba la idea de estar con Robleis como algo más que un amigo, en el fondo de su corazón sabía que quizás Rob sólo le había agarrado más cariño y confianza que al resto, y que ellos eran tan diferentes que nunca funcionarían como pareja.
Sólo uno de esos dos pensamientos era cierto.
...
Aquella vez estaban en una fiesta como cualquier otra de alguien popular de su instituto. Antes ni siquiera hubieran estado invitados, pero ahora que eran una banda algo conocida, muchos alumnos querían ser aquellos que estuvieran allí antes de la fama. A Carre aquello le parecía una estupidez, pero la emoción de sus amigos por juntarse con gente popular le hizo aceptar la invitación.
Ya allí el grupo se dispersó: Ollie se fue a hablar con una chica que le gustaba, Spreen se fue con su crush (Roier, aquel chico nuevo) y Robleis y él se quedaron sentados en un sillón. El ojiverde podía notar al chico a su lado algo nervioso porque era la primera vez que salía de fiesta y ver tanto descontrol lo asustaba.
- Tranquilo Rob, no dejaré que te pase nada. -
El mencionado sonrió. - Gracias. -
Y ahí Carre no pudo evitar fijarse en ese sutil gloss que cubría los labios contrarios o en como las luces neón lo hacían ver de una forma angelical. Quería besarlo y sus manos picaban por no poder agarrarlo de la cintura y atraerlo hacia él para poder cumplir sus deseos.
Justo antes de que pudiera decir algo más, un tipo popular se acercó a Robleis ofreciéndole que lo acompañara a por una bebida. El cantante aceptó y se despidió del bajista, prometiéndole que volvería dentro de un pequeño rato. El ojiverde esperó muchísimo tiempo. Demasiado, de hecho; y aún así Robleis no aparecía.
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The Fame ──── Spruan
FanfictionEn donde Spreen es un guitarrista reconocido que a pesar de estar contento con su fama, quiere una conexión más íntima con alguien especial y en donde Juan es un escritor de novelas románticas que jamás ha tenido una relación sana, pero busca la ate...