The Fame ──── Spruan

pesadillas

Pesadilla:
1. Sueño desagradable que produce angustia, miedo o terror.
2. Persona, hecho o situación desagradable que es causa de graves y continuas preocupaciones o que provoca temor.

...

Spreen miraba de lejos a aquel chico que hablaba coquetamente con un compañero de su clase. Sus amigos estaban hablando algo sobre el concurso al que se iban a presentar para ayudar a Robleis pero él sólo podía fijarse en aquel chico de pelo castaño y ojos rojos, sintiendo algo de envidia por ese tipo al que le estaba coqueteando.

- ¿Qué tanto miras hacia allá, Spreen? ¿Es el chico del que tanto nos hablaste? -

- No digas tonterías. - Las mejillas del pelinegro se tiñeron de rojo rápidamente haciendo reír a Ollie, quién le había preguntado aquello.

- Oye, no te rías de él. - Carre, su mejor amigo desde los nueve años, lo defendió. - Sólo tiene un crush en el chico del que todos hablan, como la mitad del instituto. -

¿La mitad del instituto? Aquello decepcionaba en sobremanera al ojigris que quería mínimo intercambiar unas palabras con el chico. Era un alumno nuevo, así que suponía que era normal que todos se acercaran a él, pero jamás pensó que todos iban con esas intenciones.

Notó como, al terminar de hablar con aquel compañero, el castaño lindo miró alrededor y al chocar con sus ojos, su sonrisa se amplió. El pulso de Spreen aumentó al ver como el nuevo se iba a cualquier otra parte, sin poder parar de pensar en que le había sonreído a él y a nadie más.

- ¿Cómo se llama? - Preguntó, desesperado. Necesitaba saber su nombre.

- ¿Él? Creo recordar que había dicho algo como Roier. -

...

Tres menos veinticinco de la mañana. Carre normalmente no podía dormir y menos luego de lo que había pasado en la tarde. Cerró sus ojos e intentó poner algo de música en sus auriculares para distraerse, porque luego de haber discutido con Robleis y haber acabado en su cama de nuevo el estrés iba en aumento. Intentó relajarse, realmente lo intentó; pero un ruido en el baño le preocupó.

Dejó su teléfono y los auriculares de lado y luego de ponerse los pantalones del pijama salió corriendo al baño, encontrándose allí una imagen que odiaba ver cada vez que ocurría: Spreen estaba llorando abrazado al váter, como tantas otras veces. Suspiró agotado y luego de cerrar la puerta detrás de él, se acercó a su mejor amigo y acarició su espalda para tranquilizarlo o al menos, para hacerle saber que estaba ahí para él.

- ¿Qué pasó esta vez? - Preguntó, intentando mantener la calma.

- Volví a soñar con él. - Murmuró a duras penas. Su garganta ardía de haber vomitado. - Me levanté llorando y sin poder respirar, así que bebí y puede que haya fumado algo que no debía... Lo siento, Carre, de verdad lo siento. Yo sólo quería olvidarme de él pero sigo estando demasiado consciente y-. -

Se cortó a sí mismo al sentir una arcada, teniendo que volver a vomitar. El castaño hizo una mueca y volvió a acariciar suavemente su espalda.

- No tienes por qué pedirme perdón, ¿vale? Entiendo que quieras olvidarlo, pero esto cada vez va a peor. ¿De verdad crees que beber hasta no saber quién eres es la mejor solución? -

Spreen comenzó a toser con fuerza, intensificando el llanto por el dolor en su garganta que parecía no irse nunca. Se quedó callado por un momento al escuchar como la puerta del baño era nuevamente abierta.

- ¿Qué haces aquí? - Notó la voz del de ojos verdes molesta, así que gracias a eso imaginó quién había entrado.

- No te sentí a mi lado. - Sintió la mirada de Robleis clavarse en él, pero no tuvo el valor de mirarlo a la cara. Tenía unas ojeras horribles y estaba completamente pálido, además, ya era suficiente con que viera como le temblaba todo el cuerpo. - Y... escuché ruido. ¿No podemos hablar? -