"Babe now you've got me helpless, look into your eyes and the sky is the limit"
Ella era una chica algo... ruda, carácter fuerte y muy independiente, hacía tiempo que había llegado a los Estados Unidos a cumplir sus sueños.
Él era muy terco y obst...
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Ninguno de los dos era celoso, eran bastante tranquilos y se tenían mucha confianza, creo que es un poco innecesario decir que Sophie no se relajó mucho menos aceptó que Mar y Walker ahora fuesen novios. Era más intensa y llamaba aún más la atención, y no bajó sus ataques xenofobos hacia la mexicana.
En una fiesta, ambos estaban juntos como siempre.
—Dijiste que ya no lo harías— reclamó el rubio.
—Yo no sabía que tenía alcohol chingada madre— replicó Mar enojada.
Contexto, en la fiesta el ponche tenía vodka y ahora Mar estaba ebria, ella decía la verdad, no sabía que el ponche tenía piquetes
—Siempre es lo mismo contigo—
—No digas eso...— dijo Mar tratando de estar calmada.
—Después vengo...— dijo Walker yéndose a quien sabe dónde.
—Chingas a tu madre, pendejo— maldijo Mar guardándose el coraje en la garganta, obviamente dejó el trago en la basura y buscó agua y comida en la casa donde la fiesta se situaba.
No encontraba a sus amigos y su novio estaba enojado con ella, se sentía muy sola en una habitación repleta de extraños.
Hasta que uno muy lindo se acercó.
—¿Por qué estás sola?— preguntó el chico un poco preocupado.
—Ah nada, estoy esperando a mis amigos, no te preocupes— respondió Mar amablemente.
—Espera, ¿eres la campeona de box? la mexicana?—
—La misma—
—Soy un gran fan de tu trabajo, yo también boxeo—
—Muchas gracias, en serio lo aprecio bastante—
—Soy Connor—
—Noon, verdad?—
—El mismo, y dime de nuevo por favor, ¿por qué estás tan sola?—
—No encuentro a mis amigos y...—
—¿Y Walker?—
—No lo sé, se fue por... allá...—
La imagen no era nada agradable, Sophie estaba demasiado pegado con él, lo tomaba de la mano y él tampoco hacía el esfuerzo de quitarse. Él la vio, ella lo vio a él e hizo el esfuerzo más grande de no llorar.
E hizo algo demasiado cuestionable.
Pensar como hombre.
"Chingas a toda tu madre"
—¿Walker? No interesa, ¿quieres bailar?— preguntó Mar poniendo primero su orgullo.
—Claro, bella dama— aceptó Connor muy gustoso.
A decir verdad, el baile no era de pareja ni pegadito, solamente disfrutaban la presencia del otro y de la buena musica como grandes amigos y ya. Mar se olvidó de Walker y de Sophie y de sus problemas, se cansó y salió de la pista de baile con Connor riendo a carcajadas porque Mar casi se va de cara intentando hacer el paso de Anitta.
—Que vergüenza wey, no lo vuelvo a hacer— rió Mar a carcajadas.
—Sí, definitivamente no lo vuelvas a hacer. Iré por un amigo, me acompañas?—
Red flag, identificada.
—Tomaré un poco de aire, pero aquí te espero.
—Oh perfecto— dijo Connor con normalidad y se fue de ahí.
Mar estaba sola de nuevo pero no sentía la misma amargura de antes, estaba un poco más animada y bailaba junto a chicas desconocidas y ellas la recibían con todo gusto, siendo el alma de la fiesta. Finalmente salió de la aglomeración de gente con una sonrisa genuina hasta que vio Walker acercarse peligrosamente a ella con una cara de enojado y ella retrocedió un poco. Él la tomó de la muñeca y se la llevó a una habitación vacía.
—¿Qué te pasa? Idiota—
—¿Qué fue eso?—
—¿Qué fue de qué?— preguntó Mar retadora.
—Lo del imbécil de Connor, ¿qué te pasa?—
—Ah ya veo, macho herido. Pobre pendejo— dijo Mar sin remordimientos —Simplemente te estoy pagando la gatada que me hiciste tú, mi amor. Dime, ¿qué tan bien coge Sophie?— preguntó Mar frunciendo el ceño.
—¿Qué?—
—Ay mi amor que no se te borre la memoria, no tienes ni un derecho a reclamarme ni verga cuando la traías bien pegada contigo, te vi y me viste y te valió gorro, felicidades ahí está tu pinche premio, tómalo— dijo Mar en su idioma natal más que enojada, estaba furiosa.
—Al menos yo no le bailé a Sophie ni dejé que me bailara, ni siquiera estuve solo con ella.—
—¿Y por qué no la alejaste?—
—Porque ya sabes que es una sanguijuela que no se quita con facilidad, ya sabes cómo es—
—Sí, lo sé— dijo Mar cruzando los brazos aún molesta.
Walker se aproximó a ella y la tomó de la cadera fuertemente y la besó acorralándola contra la pared. Era de esos besos que se dan con ganas porque ambos están enojados.
—Tú eres mía, señorita—
—Ya sé— dijo Mar molesta y cruzada de brazos.
—Si te veo con el imbécil de Connor lo voy a matar a golpes—
—Ya sé—
—Y te amo mucho—
—Ya sé... yo también te amo—
—Buena chica— dijo Walker besando castamente sus labios— Y perdón por reclamarte por el ponche, sé bien que no te gusta tomar—
—Está bien, perdón por bailar con Connor—
—Puedes bailar con quien quieras mientras sepas de quien eres—
—Que de quién eres, que quieres pendeja— recitó una línea de un monólogo en español y se echaron a reír —Deberíamos salir, probablemente nos estén buscando—
—O mejor nos vamos, la verdad ya tengo sueño—
—Yo también, vámonos— ambos salieron de la habitación tomados de las manos, iban caminando casualmente hasta que Sophie se atravesó.
—Walker! Te estaba buscando por todas partes... —la rubia notó a Mar —¿Y tú? Maldita india— Mar le metió una bofetada.
—¿Quieres ver lo que esta pinche zapoteca te puede hacer? Pinche pendeja, te acercas a mi novio y no la cuentas cabrona— Sophie estaba en shock por el golpe y Mar salió con su dignidad en alto y con su cara de mala.
Porque antes que nada y primero que todo, está ser raza, y su barrio la respalda.
