"Babe now you've got me helpless, look into your eyes and the sky is the limit"
Ella era una chica algo... ruda, carácter fuerte y muy independiente, hacía tiempo que había llegado a los Estados Unidos a cumplir sus sueños.
Él era muy terco y obst...
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El desarrollo de su amistad fue muy ameno, ambos se ayudaban mutuamente con sus tareas. Ella a veces ayudaba a Walker con sus clases de español.
—La erre es fuerte! ¡Suéltala! ¡Desde el diafragma!—
—¡No me sale!—
—¡Va a salir!—
O a veces Mar le enseñaba a bailar al rubio...
—Suelta esa cadera, es cumbia nivel 0 no un vals—
—¿Si sabes que no ponen esto en las fiestas?—
—No pero en las mías si, ándele de buen modo y buena cara—
—Ya me cansé—
—Y eso que no bailas huapangos, tus manos aquí— dijo Mar poniendo una mano del rubio en su cintura y la otra la tomó ella y se pegaron un poco más— Así, ahora deja que la música te lleve a un viaje sin retorno...—
Pero la última vez estaban en casa del rubio, él propuso una película, todo tranquilo, ¿no? Pues no, resulta y resalta que estaban viendo una película de terror de esas que dejan a la iglesia súper mal parada, bueno. A Mar no le causaban tanto miedo esas películas pero le generaban cierto morbo, a Walker lo ponían a temblar y la peor parte para él es que él mismo había escogido la película.
—Ya no quiero ya— lloriqueó el rubio en el hombro de la chica.
—Y lo peor es que estas cosas si pasan...— respondió muy interesada en la pantalla.
—¡No digas eso! Ahora no podré dormir—
—Eso es causa tuya—
La película se terminó y en un momento... de melosidad, Walker estaba sobre el pecho de Mar y ella le acariciaba el cabello con tal de calmarlo, ya estaba a nada hasta que unos ruidos en la cocina se empezaron a escuchar, lo peor es que estaban solos en la casa.
—¿Escuchaste?— preguntó temeroso el rubio.
—Si, es el fantasma que viene a comerte—
—Basta!— hubo un silencio de unos segundos.
—Hay que ir a ver— dijo decidida Mar.
—¿Estás loca? No!—
—De seguro no es nada, y recuerda! "Hay que tenerle más miedo a los vivos que a los muertos"— dijo Mar saliendo de la cama del rubio y yendo hacia la cocina, Walker de puro sobrepensar la siguió para no quedarse solo. —¿Y eso de que me acompañas?—
—Para que no te pase nada...—
—Ajá... si—
Ella estuvo rebuscando que podría hacer el ruido pero no había nada fuera de lo normal hasta que un vaso de vidrio cayó al suelo rompiéndose en pedazos, ambos gritaron y Walker de instinto la tomó de la cintura y la apretó contra el.
—Eres tan tierno— dijo Mar enternecida por cómo Walker la había abrazado y sin pensarlo ni un segundo le dio un beso en la mejilla que los dejó sonrojados a ambos.— Prende la luz de seguro es un ratón, ahorita lo sacamos—
—Eso es peor que un fantasma—
Ambos revisaron y no, no había ratón. Pero siguieron extrañados por cómo las cosas a veces se movían solas y la luz parpadeaba sobre sus cabezas. Lo que no sabían era que ellos mismos las movían sin saberlo y por la paranoia no lo sentían.
—Si es espíritu— asintió Mar
—No digas eso, porque después no podremos hacer nada—
—De hecho... si hay algo—
—Hazlo, por favor tu no tienes que vivir en una casa embrujada— Walker prácticamente se le arrodilló para que le hiciera caso.
—No lo sé, tú casa olerá a hierba quemada por una semana—
—¡Por favor!—
—Ya está bien, tráeme mi bolso—
El plan consistía en quemar palo santo y humear la casa para que los disque espíritus se fueran y dejaran de molestar, y siguieron humeando la casa del rubio hasta que todo el piso estuviera bajo humo.
—Ya quedó, no deben de haber fantasmas— dijo amar orgullosa de su trabajo.
—Eres increíble— Walker la abrazó de lado apretándola de la cintura.
