Y un día sin saberlo todo cambió, el largo proceso de su amistad ya estaba dando frutos de sus verdaderas intenciones.
Walker estaba que se moría de los nervios, porque número uno al fin tendría la iniciativa de llegar a algo más, y segundo...
No sabía patinar en hielo.
Pero esa era la menor de sus preocupaciones, llegaría por Mar a su penthouse y se irían a un lugar para su cita, ya eran al rededor de las ocho de la noche y era dieciséis de diciembre, aún no estaba infestado de turistas.
—Hola vida hermosa— lo saludó Mar dándole un beso en los labios.
—Hola preciosa, lista para la cita?—
—Me pone nerviosa que no sé nada—
—Tonterías, vamos hay que llegar temprano— Walker condujo hasta la quinta avenida y un poco más adelante.
—Um, cielo ¿por qué no hay nadie en Rockefeller?—
—Porque la aparté para nosotros— dijo el rubio con naturalidad.
—Disculpa, ¿qué?— dijo Mar impresionada.
—Ujum, y no me digas que no, sólo ven conmigo— Walker la llevó a la entrada de la pista de hielo con Mar de su mano.
—¿Cómo hiciste esto?—
—¿No te he mencionado unas mil veces que mis padres siempre me dan lo que quiero? Solo tuve que hacer un pequeño berrinche—
—Espero y no piensen mal de mi, porque supongo que lo hiciste por mi—
—Hasta dejaría que me golpearas cuando estés enojada—
—Hay que entrar— rió Mar ante la broma de su... quede.
Se pusieron los patines y se encaminaron a la pista de hielo en frente del pino de navidad de Rockefeller donde sólo estaban ellos dos. Mar le agarraba el valor poco a poco a lo que estaba haciendo. Walker estaba tratando apenas de soltarse del barandal.
—Ven acá y patina— dijo Mar en medio de la pista.
—No, me voy a descalabrar y me voy a morir—
—No digas eso, aparte esto costó dinero—
—A mi padres, conmigo no habrá carencias— corrigió el rubio tratando de llegar a donde la castaña y ella se movió— No es justo!—
—Perdón es que soy muy buena en muchas cosas—
—Como en besar— la castaña se sonrojó.
—Bueno si también, pero no tanto como tú—
—Hay de talentos a talentos— pasaron un tiempo patinando y perdiendo el miedo juntos, hasta que Walker la tomó de la mano e hizo que voltearan a ver el pino. —Quiero decirte algo—
—¿Frente al pino?—
—Frente al pino. Mira yo sé que mis sentimientos son muy claros como los tuyos pero hay cosas qué hay que analizar. Yo sé que a ti te cuesta un poco aún el idioma al cien por ciento y te voy a ayudar.— carraspeó un poco y sacó una hoja de su chamarra— El día que nos conocimos, el día que llegaste al salón fue muy especial. Estaba viendo a mi nuevo sueño, ya no te consideré un capricho. Era tu cara, tu cabello y no lo descubrí hasta unos meses después, tus besos. Eres bella como el sol de abril, sonríes y haces que pierda la cabeza. A veces cuando la maestra pasa lista y dice tu nombre, me dan ganas de cambiar tu apellido por el mío. Eres el amor de mi vida, me has ido forjando mi felicidad poco a poco, la vida sin ti no vale mucho a decir verdad... y a todo esto...— para nuestra gran sorpresa, una banda de mariachi llegó al borde de la pista entonando sus baladas de enamorados y Walker se alejó un poco de ella para recoger un ramo de orquídeas violetas, porque las orquídeas duran para siempre.
Así como el amor. Así como el suyo.—¿Puedo ser tu novio? Por favor—
—Un millón de veces si— la chica se abalanzó sobre él y cayeron en el hielo, era una película romántica. Fechas decembrinas, un gran pino de navidad en la ciudad más grande del mundo, patinando en el hielo con bella música y flores eternas. Porque el amor, siempre está presente.
Porque no podemos vivir sin amor, de una u otra forma como el sol nos toca, nos transforma y nos hace florecer y sacar nuestra mejor sonrisa y el latido más fuerte de nuestro corazón.
[🩷💙]
AMOOOOOOO
-M.A 08/08/2024
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Helpless | Walker Scobell
Fiksi Penggemar"Babe now you've got me helpless, look into your eyes and the sky is the limit" Ella era una chica algo... ruda, carácter fuerte y muy independiente, hacía tiempo que había llegado a los Estados Unidos a cumplir sus sueños. Él era muy terco y obst...