Capítulo 24: El dilema de Terrador

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"¡Sabelotopo!" se alegró Spyro reconociendo de inmediato a su viejo (bastante viejo) amigo.

"¡Vaya! ¡Es vieja nariz no ha envejecido ni un solo día!" exclamó Sparx, reconociéndolo también, "¿Cómo te va la vida?"

"Y ese olor..." respondió Sabelotopo, olfateando más cerca de Sparx (cosa que le pareció algo incómodo a este), "Y una voz chillona... ¿cómo era? ¿Sparky...?¿Spory...?"

Jhonny, Edel y Thorr entonces se dieron cuenta de que, olfateando a los demás, era la única forma de que los 'minúsculos' pudieran reconocer a los demás, también dándose cuenta de que eran ciegos. Ray estaba riendo detrás. No obstante, Cynder estaba algo distante y detrás de los demás; y no era para menos: los recordaba como la tribu que 'El Terror de los Cielos' había esclavizado en el pasado para extraer cristales en aquel volcán...

"Es... Sparx..." dijo la libélula, bastante humillado.

"¡Ah sí! ¡ya lo recuerdo!" dijo Sabelotopo, "Lo siento, a veces esta vieja cabeza se le olvidan las cosas. Han pasado años desde la última vez que los olfateé..."

"Sí... años..." recordó el dragón púrpura. Después de todo, se había congelado 3 años junto a Cynder en su propio poder del tiempo.

"Y puedo olfatear que ya no viajas solo..."

Lo siguiente depende de cómo lo interpreten... Es decir, ¿una criatura que es ciega y tenga que olfatearte para reconocerte? Bueno, ya saben muchos cómo resultaría incómodo para algunos: Sabelotopo procedió a caminar alrededor de los otros jóvenes dragones.

"Umm... un dragón de tierra, uno de fuego, uno eléctrico..." dijo mientras olfateaba a todos, "Uno de hielo..."

"Sí, somos amigos de Spyro..." dijo Jhonny, "Me llamo Jhonny, aquí está Edel, Ray, Thorr..."

"¡Un minuto!" exclamó Sabelotopo, afinando mejor su olfato, "Ese olor... no puede ser..."

Y no era el único: los otros 'minúsculos' también estaban centrado sus olfatos. Y, por lo que pudieron notar, Cynder se estaba apartando, pues estaba segura de que se referían a ella. Y cuando lo reconocieron completamente...

"¡Aggggggh!" exclamaron todos al mismo tiempo, "¡Cynder!"

Y todos procedieron a enterrarse en la tierra, dejando detrás sus gorros de metal.

(Unos minutos después...)

¿Qué tan difícil fue desenterrar a los 'minúsculos' y explicarles que su previo esclavizador esta vez era bueno y había ayudado a el héroe a salvar el mundo? Pues no fue tarea fácil: Terrador y Spyro tuvieron que emplear toda su paciencia y persuasión, mientras que Cynder, con una mezcla de culpa y determinación, se acercó a Sabelotopo para disculparse sinceramente.

"Lo siento..." les dijo ella, "No podía controlar lo que hacía... nunca quise hacerle daño a alguien... yo solo..."

"Estaba siendo manipulada" le apoyó Edel, "Todo fue culpa del Maestro Oscuro"

Hubo en murmullo entre los 'minúsculos', algunos cuchicheando de forma negativa contra Cynder y otros en sentido de duda. No obstante, Spyro, con la ayuda de sus amigos, lograron tranquilizar a los minúsculos, quienes, aunque aún recelosos, aceptaron la explicación al ver la sinceridad en los ojos de Cynder y la firme defensa de su carácter por parte de todos los jóvenes dragones. La tensión en el ambiente se disipó lentamente. Sabelotopo se puso frente a Cynder, aunque aún se notaba algo de nervios.

"Espero que digas la verdad jovencita" le dijo, "Nuestra tribu ya ha tenido muchos días oscuros"

Cuando se hubo calmado la situación, Terrador se fue a reunir con el alcalde de Cavescity, mientras los jóvenes dragones comían algo acompañados por los 'minúsculos'. Néstor, quien también los acompañaban, se sentía bastante cómodo con algunos parientes cercanos.

La Leyenda de Spyro, Los Dragon HuntersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora