(Mientras tanto...)
Quedaba alrededor de 1 hora para que la maldición de la espada cobrara su víctima, y Spyro jadeaba de cansancio, flexionando sus patas mostrando su agotamiento. Había estado luchando por bastante tiempo contra Morgaus, quien igual que él, estaba arrodillado frente a él. Si bien no mostraba mucho daño, se empezaba a hacer evidente de que aquella espada maldita estaba ligada de alguna forma con su fuerza vital.
El joven dragón púrpura había intentado aplastarlo con dos paredes de tierra que casi consiguen hacerle puré, pero Morgaus logró cortar esas rocas como mantequilla. Luego, uso una capa de hielo bajo los pies del cazador para inmovilizarle y luego atacar con una onda de relámpagos, que resultaron dar en el blanco. No obstante, a pesar de que los primeros intentos de un ataque directo fallaron, parecía que el choque de poderes los debilitaba gradualmente.
"No queda mucho tiempo, tengo que..." pensó Spyro, pero sintió un dolor de inflamación en su pata trasera izquierda.
Esto no pasó desapercibido para Morgaus quien, viendo una oportunidad, se abalanzó blandiendo su espada negra y maligna contra Spyro. El joven dragón creyó que sí sería su fin, pero, de improviso, el suelo se rompió frente a ellos y un gran chorro de lava brotó en dirección al Cazador, lo que lo hizo frenar y retroceder. Spyro aprovechó la oportunidad y también retrocedió.
"¡Ventisca congelante!"
Spyro exhaló una gran cantidad de hielo a la ola de lava, endureciéndola y creando una pared temporal contra Morgaus. No obstante, aquel golpe de suerte rápidamente cambió a algo de preocupación: la lava empezaba a burbujear y el volcán había empezado a temblar, como si estuviera despertando y amenazando con hacer erupción. Si bien era preocupante (puesto que todos ellos estaban dentro del volcán), este cambio repentino no eran casusas naturales, pues se percibía en el aire como si un despliegue de poder alimentara el calor del lugar, mezclado con una sensación de furia indescriptible...
"¡Furia!" pensó Spyro al imaginar una posibilidad...
(Flashback)
Una noche luego de superada la prueba del laberinto, Spyro y Jhonny fueron llevados ante Ignitus, el Cronista, a través de la conexión mental onírica. Habían tenido un pequeño combate de práctica en que ambos habían demostrado cuanto habían aprendido. El resultado fue la victoria de Spyro.
"Nada mal, amigo" le dijo Spyro a un derribado Jhonny, dándole la pata para ayudarle.
"Eres asombroso Spyro" le dijo este, recibiendo la ayuda, "No cabe que eres el dragón legendario. Eres imposible de vencer, y ya lo he intentado 10 veces, aunque sea de práctica"
"Eres bastante modesto, Jhonny" le dijo Ignitus, apareciendo frente a ambos (cosa que ya resultaba bastante normal para ambos), "Ambos son asombrosos, ambos han logrado superar sus propios obstáculos y encontrar su propia fortaleza interior"
Se volvió a Spyro.
"Spyro, tú lograste encontrar un motivo para luchar incluso después de mi fallecimiento" le dijo su padre, "Con tu fortaleza y la de Cynder han logrado terminar con la maldad de Malefor, salvar el mundo y traer un nuevo inicio para todos. No podría estar más orgulloso, hijo mío"
"Gracias Ignitus... quiero decir, papá" respondió Spyro.
Hubo un momento en que ambos se miraron sonrientes y Jhonny observaba alegremente a ambos, sintiendo un poco de envidia por Spyro al ver la hermosa relación padre-hijo. Luego, Ignitus se volvió hacia él.
"Mientras tanto tú, Jhonny, a pesar de que eres de otro mundo, te has adaptado muy bien a él" le dijo Ignitus, "Has superado tus límites y encontrar a tu ser interior. Además, de hacer buenas migas con Spyro y los demás"
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La Leyenda de Spyro, Los Dragon Hunters
Fanfiction¡Es hora de aplicar lo aprendido! Spyro, Cynder y los sucesores a guardianes son llamados para una tarea especial: ser... ¿embajadores? A bordo de un nuevo vehículo, con un pequeño aliado, viajaran por distintas partes del reino de los dragones trat...