Desde que tu abuela falleció, la tienda de películas antiguas se había convertido en un refugio para ti. Ayudar a tu abuelo, el señor García como todos lo conocen, era una forma de mantener viva la memoria de aquellos momentos que solían compartir los tres, sentados en el viejo sofá, viendo películas clásicas.
Hoy, como muchos otros días, estas en la tienda con tu gorra, tu cabello corto escondido debajo y el cubrebocas que se ha vuelto una necesidad. El verano siempre trae consigo una humedad sofocante, y no quieres arriesgarte a un ataque de alergia mientras trabajas.
Mientras organizas una estantería de películas, escuchas la campanilla de la puerta y alzas la vista. Es él de nuevo. Merlín. Un chico alto, de cabello castaño y ojos chocolate, que ha empezado a venir diariamente desde hace un tiempo. No puedes evitar sentirte un poco nerviosa cada vez que lo ves. Hay algo en él que te atrae, una especie de conexión inexplicable.
Merlín se pasea por la tienda con esa curiosidad que tanto la divierte. Siempre parece encontrar algo nuevo que lo fascina, y cada vez que se cruzan, él te saluda con una sonrisa y un comentario sobre alguna película.
—Hey, amigo, ¿ya viste este clásico?—dice Merlín, mostrándote una película de la vieja colección.
Sonríes debajo del cubrebocas, sabiendo que él sigue asumiendo que eres un chico. Por un lado, te sientes un poco culpable por no corregirlo, pero por otro lado, hay algo encantador en mantener este pequeño secreto.
—Sí, es una de mis favoritas— respondes, manteniendo tu voz baja y ligeramente ronca por la gripe que aún no logras superar.
El cubrebocas oculta no solo tu rostro, sino también tu verdadera identidad, y eso te da una extraña sensación de seguridad.
No puedes evitar pensar en lo que Merlín haría si descubriera la verdad. ¿Se sentiría traicionado? ¿O simplemente se reiría y seguiría la conversación como si nada? Esas preguntas te rondan cada vez que él está cerca.
Mientras él continúa hablando sobre la trama y los personajes, asientes y respondes lo mejor que puedes, disfrutando de su compañía aunque esté a la sombra de este pequeño engaño. Merlín siempre es amable, e incluso cuando usa esos adjetivos varoniles, sabes que no es por malicia. Él simplemente no puede ver más allá del disfraz.
Pero, aun así, no puedes evitar preguntarte qué pasaría si un día dejaras el cubrebocas en casa, si te quitaras la gorra y dejaras que tu cabello corto se viera. ¿Reconocería él la chica detrás del "chico"?
Mientras esos pensamientos te invaden, sigues charlando con Merlín, sintiendo que, aunque sea de manera confusa y sin saberlo, él está comenzando a ocupar un lugar importante en tu corazón. Y quizás, solo quizás, algún día te atrevas a dejar que él te vea tal como eres.
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En una soleada mañana, te encuentras en la cafetería de la Facultad de Artes donde estudias Cinematografia, sentada frente a tu amiga Blanca Nieves, quien, fiel a su nombre, tiene una melena oscura y una sonrisa radiante que podría iluminar la habitación entera.
—Entonces, ¿este chico sigue creyendo que eres un chico?— pregunta Blanca, entrelazando los dedos bajo su barbilla, claramente fascinada por la historia.
Asientes, jugueteando nerviosa con tu café.
—Sí... y lo peor es que ahora no sé cómo decirle que en realidad soy una chica. ¡No quiero que piense que lo estoy engañando a propósito!
Blanca suelta una carcajada suave.
—¡Oh, por favor! Esto es como una de esas comedias románticas que tanto me gustan. Solo falta que se dé cuenta en el momento más inoportuno.
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𝐍𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐮𝐧 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 | ᴹᵉʳˡⁱⁿ ˣ ᴸᵉᶜᵗᵒʳᵃ
FanfictionMerlín, un joven apasionado por la tecnología y las películas antiguas, descubre una tienda que parece sacada de otra época. Cada día, se siente atraído por un misterioso "chico" que trabaja allí, cuyo aire enigmático y conocimiento cinematográfico...