𝐍𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐮𝐧 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 | ᴹᵉʳˡⁱⁿ ˣ ᴸᵉᶜᵗᵒʳᵃ

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 19

Estabas sentada en el sofá de la sala, con tu prima Sofía, de apenas diez años, que tenía una libreta de dibujo en sus manos. La niña, emocionada, te mostraba una serie de bocetos mientras explicaba con detalle cada uno. Mirabas cada dibujo con atención, realmente impresionada por el talento que tu prima tenía para su edad.

—¡Mira este! —dijo Sofía, enseñándole un dibujo de un unicornio en un paisaje estrellado—. Este lo hice ayer porque soñé con un unicornio volador. ¿Te gusta?

—¿Que si me gusta? —respondiste con una sonrisa amplia—. ¡Sofi, esto está increíble! Deberías hacer una colección de dibujos y exponerlos en tu escuela. Seguro a todos les encantaría.

Sofía se sonrojó, agachando un poco la cabeza mientras jugueteaba con el lápiz.

—¿De verdad crees que son buenos?

—Claro que sí. Tienes muchísimo talento. Yo a tu edad apenas podía dibujar un círculo decente —dijiste con una risa, recordando tus intentos fallidos de arte en la infancia—. Además, tus dibujos tienen tanta vida. ¿Has pensado en lo que te gustaría ser cuando seas grande?

Sofía levantó la mirada, pensativa.

—Quiero ser artista. O tal vez diseñadora de personajes para videojuegos. ¿Te imaginas? Dibujar personajes que la gente controle en sus juegos.

Sonreiste, sintiendo el entusiasmo de tu prima contagiarte.

—Eso sería increíble, Sofi. Y estoy segura de que lo lograrás si sigues practicando así.

El sonido de platos moviéndose y conversaciones de adultos llenaba el ambiente. Tu papá y tus tíos estaban limpiando la cocina, riéndose de alguna anécdota que uno de ellos había contado. Echaste un vistazo rápido hacia la cocina, viendo cómo tu papá, con una toalla en mano, secaba los platos mientras hablaba animadamente con su hermano. Se sentía bien verlo relajado y feliz después de tanto tiempo trabajando lejos de casa.

—Tú también eres buena dibujando, ¿verdad? —preguntó Sofía de repente, sacándote de tus pensamientos.

—¿Yo? Bueno… más o menos. Aunque hace tiempo que no lo intento.

—¡Deberías intentarlo ahora! —exclamó Sofía, sacando otra hoja de su libreta y entregándote un lápiz—. Dibujemos juntas.

Reiste suavemente ante la insistencia de la pequeña.

—Está bien, pero no te burles si me sale un desastre, ¿eh?

—Prometido.

Ambas comenzaron a dibujar, con Sofía explicándote algunos "trucos" que había aprendido en internet. Te sentiste relajada, disfrutando de ese momento simple pero especial con tu prima. Era un cambio agradable después de los días cargados de emociones que había tenido últimamente.

—¿Sabes? —dijo Sofía, mientras trazaba con cuidado el contorno de un gato en su hoja—. Me gustaría que tú también estuvieras aquí más seguido. Siempre que vienes es divertido.

Sentiste un nudo en el pecho al escuchar esas palabras.

—Yo también lo disfruto mucho, Sofi. Pero tú sabes que mi escuela y el trabajo me tienen ocupada la mayor parte del tiempo.

—Entonces… ¿no puedes venir en las vacaciones?

Le sonreiste con ternura, revolviendo un poco el cabello de tu prima.

—Prometo intentar venir más seguido. ¿Te parece?

Sofía asintió, sonriendo ampliamente.

—¡Prometido, eh! Si no vienes, te voy a regañar.