26. Dislocado

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Max y Lewis hacían de todo para no dormirse a medio camino, incluso el británico le llegó a pedir a Checo que lo golpeara, para que el dolor lo mantuviera despierto.

— Pegame o maneja tu.— volteó hacia el mexicano y después hacia el camino

— No, no quiero que luego tomes represalias por eso.— se volteó y se hizo bolita en el asiento

— Imagínate que soy un ay ¿cómo les dices?.— trato de recordar.— Malandro

— Que tienes que ver los malandros en esto.— volteó ligeramente

— Imagina que soy uno y que le quiero pegar a tu preciado Max Emilian.— alzó ambas cejas

— No funcionara, además ya estas lo suficientemente despierto

— En cuanto tu te duermas, mi cansancio vuelve

— Ay no empieces

Checo se estaba quedando dormido, casi hasta abre la boca de lo cansado que estaba, al igual que los demás ya estaban más allá del quinto sueño, así que solo quedaba Lewis en ese auto.

— Checo.— susurró.— Checoo.— no obtuvo respuesta.— ¿Por qué Max esta con una mujer?

— ¡¿Max Emilian Verst-... A JAJA muy gracioso Lew.— hasta se había levantado de golpe.— Ya hasta me maree por levantarme muy rápido

— ¿Con una coquita se te pasa?

— ¿Dónde hay?

Lewis solo sonrió y siguió su camino, había logrado que Checo se mantuviera despierto, así tendría compañía.
El bonito paisaje que tenían por delante recompenso las horas de sueño.

— ¿Ya llegamos?.— Daniel fue el primero en levantarse.— Al fin, sentía las pompis bien entumidas.— se estiro un poco y como buen padre levantó a Paul.— Rayito de sol levántate.— lo sangoloteo

Paul tiene el sueño demasiado pesado así que no fue suficiente para interrumpir su sueño reparador.

— Paul.— sin respuesta.— Paaul

— ¿Por qué mi criatura no se está quejando?.— Lando volteó hacia Fernando y Max

— No tengo idea, pero ya me voy a bajar.— el español salio del auto y le empezó a tronar el cuerpo

— Paaul.— el australiano le abrió un ojo.— Pues vivo esta, así que no te preocupes.— abrazo a Lando por los hombros

— Quiero a ese niño despierto

— Tu tranquilo y yo nervioso.— le guiño el ojo

En lo que Lando se fue a quien sabe donde Daniel tenia que despertar a Paul, le costó mucho pero al final lo logró.

— Me pegaste el susto de mi vida.— Ricciardo se tocaba el pecho asustado

— Y tu me cortaste el sueño, ya estaba en la mejor parte.— el rubio se restregaba la cara tratando de despejarse

Todos ya se habían ido a la casa que el pobre de Max había conseguido para pasar el fin de semana. No cabían pero trataban de acomodarse en donde cupieran.

— Hay solo tres cuartos.— Carlos salió de uno e iba directo a quejarse.— ¿Por qué de tres cuartos?.— hasta se puso una mano en la cintura

— Uno para Pato, uno para Rafa y el otro para elloos dos, wooo.— Yuki les hacia burla.— Que lindos. Nos vamos.— se despidió.— Vamonos Pierre.— jaló al francés.— Tu también ven acá.— ahora se llevó a Isack

El Japonés se había adueñado de uno de los cuartos, en lo que los demás estaban despistados, vio la oportunidad y la aprovechó.

— Yuki abre esa puerta, debemos acomodarnos.— el Nano trataba de abrir.— Checo has algo

Conviviendo los 20 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora