27. Autobús

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En lo que los pollitos se hacían bolas en su organización, la parrilla también se ponía de acuerdo para ver en donde dormirian.

— Ay no, como en el suelo. Ya les dije que tengo problemas en el coxis.— George seguía en negación

— Si quieres duérmete en el techo, nadie te va a detener.— le contesto Alex

— Se supone que somos un equipo y me atacas.— se volteó indignado.— Te voy a venir pidiendo el divorcio

— Cual divorcio George, no seas dramático

— No, ya sueltame, me lastimas.— se alejaba de Albon

— Ni te estoy agarrando.— alzó las manos

— Basta, ya no hay que pelear.— se acomodó el cabello y sonrió.— Yo me pido el sillón.— el británico se aventó al sillón y ahí se quedó

— Y le duele la espalda eh.—  Carlos le aventó un cojín

— Óyeme, respeta.— le regresó el cojin

— Oyee

George tenían mala puntería así que en lugar de darle a Carlos le dio a Esteban.

— Me tiraste mi mango.— se levantó para lavarse las manos.— Y estaba bien dulce.— terminó de quejarse y le regresó el cojín a George

— Todavía no pasan los cinco segundos.— Lando lo recogió y se lo dio a Esteban

— Ni lo pienses Estie.— Lance solo levantó un dedo, no hubo necesidad de echarle ojos de pistola.— Sabes cuantos germenes  hay en el suelo

— Ugh, tenía que salir el señorito limpieza.— Lando le reviro los ojos y le ofreció el mango a Esteban

El francés no era tonto, obvio no se comio la fruta, pero ver como Lance se ponia rojo del coraje le daba gracia así que hizo como que aceptaba el mango.

— Tu qué Lando. Esteban ya dije

— Así se habla Lance.— Checo lo apoyo.— Yo le enseñe eso.— le susurro a Max

— Es el colmo, ni porque estamos en la playa dejan de pelear

— Ya no peleen que va a llorar.— Daniel se acercó español y lo abrazó

— No me aprietes.— le di un golpe en la espalda.— Me dejas sin aire

— Muchas peleas maritales poca organización.— los apuro Pierre.— Apurense que tengo que ir a alcanzar a Logan y Oscar

— ¿A dónde fueron?

— Por una bebida extraña, creo que su nombre era paloma.— trató de recordar el francés

— Esos dos, el que cuiden a un piloto no quiere decir que ya se mandan solos.— Checo se levantó y se fue a buscar a los otros pilotos

— Ay, yo quería una piña colada.— agachó la cabeza triste el pobre francés

Paso casi 20 minutos desde que Checo se había ido, no había señales del mexicano por ningún lado.

— ¿Y sí unos viejos guapos se lo llevaron?.— Max casi se comía las uñas

— ¿Te preocupa el que se lo hayan llevado o que sean guapos?.— le preguntó Zhou

— Ambos. Dónde estas Checo, ya no te voy hacer enojar pero vuelve

El pobre rubio estaba echo bolita en el sillón, si estuviese más grande el sillón ya hubiera dado vueltas.

— Checo esta bien, tranquilo Maxie.— Charles le daba golpecitos en la espalda.— Y tu ya deja de grabar.— le arrebato el celular a George

Conviviendo los 20 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora