44. Drama es drama

487 67 48
                                    

La caminata continuo otros 30 minutos y si por Sebastian hubiese sido, hubiera durado más pero ya eran muchas quejas de parte de sus amigos, así que decidió regresar.

La parrilla andaba como si no tuviese cosas por hacer, se les olvidó por completo el verdadero propósito de su estancia.

— Y cuando lleguemos haremos una actividad más.— terminó de contar Vettel.— Ya tengo varias ideas en mente.— sonrió alegre

— Claro.— respondió.— ¿Seguro es por aquí?.— preguntó Checo preocupado.— Ya vimos ese árbol torcido como 3 veces

— Ah, ah, jamás dudes de Kimi.— Sebastian le pusó un dedo en la boca.— Voy a preguntar una última vez. ¿Kimi Raikkonen...— y fue interrumpido

— ¿Te quieres casar conmigo?.— complemento Fernando, haciendo una pequeña broma

— Fernando.— llamó Mark

— Oh pues, ya.— se fue hasta atrás toda regañado

— ¿Estamos perdidos?.— complemento su pregunta

— Claro que no.— Kimi le restó importancia.— O sea no es posible, no nos alejamos tanto

— Caminamos por una hora y pico; y dices que no nos alejamos tanto.— Lando ya estaba completamente desesperado

El británico habló por todos.

— Ya, esta bien, creo que si nos perdimos.— admitió.— Pero poquito

— ¿Poquito dices?, ¿poquito?. Yo te voy a dar tu poquito.— Jenson camino apresuradamente hacia el finlandés, con intenciones de pegarle

— No creo que la violencia sea la mejor opción.— Lewis intervino.— Jenson basta

Hamilton detuvo a Jenson antes de que se agarrar con Kimi.

— Lo lamento, es mi culpa.— Kimi se desanimo y se sentó en el césped

— Claro que no, no es tu culpa.— Seb le dio unos golpecitos en el brazo

— Tienes razón no es mi culpa.— asintió.— Es la tuya, tu nos trajiste hasta acá

— ¡¿Qué?!, tu los convenciste de venir, así que tenemos culpa por igual.— comenzó a discutir

— Ahh no, no me grites Sebastian.— lo apuntó

— Y tu no me apuntes.— le pegó en el dedo.— No con ese dedo cochino

— Retractate.— respiró hondo.— ¿Quién quiera irse con Sebastian?.— recalcó el nombre.— Que levante la mano

La parrilla estaba tiesa, solo de espectadores de el gran pleito que se armó en menos de 3 minutos.

— Tengo miedo de mirarlos.— Oscar se removió incómodo

— No te preocupes, después de reconcilian.— sonrió confiado

— ¡Hablen!.— gritó Sebastian

— Yo creo que no debemos separarnos, menos si no estamos seguros de adonde hay que ir.— intervino Checo

— Checo tiene razón. Acuérdate Seb, el propósito de la caminata.— apoyó Max.— La unión.— canturreo como algo mágico y abrazó al mexicano

Checo estaba tan nervioso que también abrazó al rubio.

— Exactamente. Haber todos, vamos a abrazarnos.— Checo habló en dientes

Y seguía prensado del rubio.

— Ay no, que asco.— se negó George.— Estamos todos sudados y apesto-

Conviviendo los 20 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora