El compromiso de Mina y Tzuyu marcó un capítulo lleno de emociones y cambios en sus vidas. Mientras comenzaban a planificar su boda, se dieron cuenta de cuánto había crecido su amor, a pesar de las pruebas que habían enfrentado. Cada decisión que tomaban, desde el lugar hasta los detalles más pequeños, se sentía como un paso más hacia el futuro que deseaban construir juntas.
Una tarde, después de un largo día de trabajo, Mina llegó a casa y encontró a Tzuyu sentada en el sofá, rodeada de papeles, catálogos de bodas y su computadora portátil abierta. Tzuyu la miró con una sonrisa cansada.
—Estaba revisando algunos lugares para la boda, pero no puedo decidirme —dijo Tzuyu, frotándose los ojos.
Mina se acercó y se sentó a su lado, tomando una de las revistas que Tzuyu había estado hojeando.
—No tenemos que tomar todas las decisiones de una vez —dijo Mina suavemente, pasando una mano por el cabello de Tzuyu—. Podemos tomarnos nuestro tiempo y disfrutar del proceso.
Tzuyu suspiró y asintió.
—Tienes razón. A veces me olvido de que esto no es una carrera. Es nuestro día especial, y quiero que sea perfecto para nosotras —respondió Tzuyu, recostándose contra Mina.
—Lo será —dijo Mina, sonriendo—. Porque estaremos juntas, y eso es lo que importa.
Pasaron las siguientes horas revisando ideas, intercambiando opiniones y riendo mientras imaginaban cómo sería su día especial. Decidieron que querían una ceremonia íntima, rodeadas de sus seres queridos más cercanos, en un lugar que reflejara su amor por la naturaleza y la tranquilidad.
Finalmente, acordaron visitar algunos lugares en las afueras de Seúl, donde la naturaleza sería el escenario perfecto para su boda. Querían un lugar que les permitiera celebrar al aire libre, bajo el cielo, con un ambiente sereno y acogedor.
Unos días después, emprendieron un viaje para visitar varios lugares. Mientras recorrían hermosos jardines, pequeños viñedos y acogedoras casas de campo, se dieron cuenta de lo importante que era para ellas que el lugar no solo fuera hermoso, sino que también tuviera un significado especial.
Finalmente, encontraron un pequeño viñedo rodeado de colinas y campos de flores silvestres. El lugar era perfecto: íntimo, tranquilo, y con una vista impresionante que capturaba la esencia de lo que querían para su boda.
—Este es el lugar —dijo Mina, sonriendo mientras se tomaba de la mano de Tzuyu—. Puedo imaginarlo todo, la ceremonia, la recepción, el primer baile...
Tzuyu asintió, compartiendo la visión de Mina.
—Sí, es perfecto. Este será el lugar donde comenzaremos nuestra vida juntas —respondió Tzuyu con una sonrisa.
Con el lugar elegido, los preparativos comenzaron a tomar forma. Pasaron días eligiendo flores, probando menús y diseñando las invitaciones. Cada detalle, aunque pequeño, era una manifestación de su amor y de lo que significaban la una para la otra.
Una tarde, mientras ordenaban fotografías antiguas para incluir en una presentación para la boda, Mina encontró una caja de recuerdos que había guardado desde que comenzaron a salir. Dentro había cartas, notas, pequeños regalos que Tzuyu le había dado, y fotos de sus primeros meses juntas.
—Mira lo que encontré —dijo Mina, mostrando la caja a Tzuyu.
Tzuyu sonrió mientras revisaba los recuerdos. Había una pequeña carta que había escrito para Mina antes de su primera cita oficial, y una foto de su primer viaje juntas.
—No puedo creer cuánto hemos pasado desde entonces —dijo Tzuyu con nostalgia en su voz—. Cada uno de estos momentos nos ha llevado a donde estamos ahora.
Mina asintió, sus ojos llenos de emoción.
—Y pensar que todo comenzó con una simple coincidencia... o tal vez fue el destino —dijo Mina, recordando cómo se habían conocido por casualidad en un evento hace años.
Se quedaron en silencio por un momento, cada una sumergida en sus propios recuerdos. Luego, Tzuyu tomó la mano de Mina y la miró con ternura.
—No importa cómo comenzó, lo importante es que nos tenemos ahora, y no puedo esperar para pasar el resto de mi vida contigo —dijo Tzuyu, su voz llena de amor.
Mina sonrió, sintiendo la misma emoción.
—Yo tampoco, Tzuyu. Hemos pasado por tanto, y sé que no importa lo que venga, lo enfrentaremos juntas —respondió Mina, inclinándose para besar a Tzuyu suavemente.
Los días previos a la boda pasaron rápidamente, pero cada momento estuvo lleno de anticipación y alegría. A medida que el gran día se acercaba, Mina y Tzuyu se aseguraron de que todo estuviera listo, pero también se tomaron el tiempo para disfrutar de la compañía mutua y de los pequeños momentos que hacían su relación tan especial.
Sabían que su boda sería solo el comienzo de una nueva etapa en su vida, una en la que seguirían construyendo su futuro juntas, apoyándose y amándose a través de cada desafío y cada victoria.
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El Arte del Silencio
Fanfices una historia conmovedora sobre Mina, una talentosa bailarina que está perdiendo gradualmente la audición, y Tzuyu, una estudiante de intercambio que se siente atraída por la elegancia de Mina en el escenario. A medida que se acercan, desarrollan...