La vida de Mina y Tzuyu seguía su curso habitual, marcada por la rutina y los momentos compartidos, pero siempre había espacio para sorpresas que mantuvieran su relación vibrante. Una de esas sorpresas estaba a punto de ocurrir, y aunque no lo sabían, cambiaría su vida de maneras inesperadas.
Era un martes cualquiera cuando Mina recibió un correo electrónico que la hizo detenerse en seco. El asunto decía: "Confirmación de cita médica". Con el corazón latiéndole con fuerza, Mina abrió el mensaje y leyó el contenido. La cita estaba programada para la semana siguiente, pero la razón era algo que no esperaba en absoluto: una consulta para una posible sorpresa médica.
Intrigada y algo nerviosa, Mina decidió compartir la noticia con Tzuyu esa noche, durante la cena. Mientras estaban sentadas a la mesa, con los platos ya servidos, Mina intentó mantener la calma.
—Tzuyu, hay algo de lo que quiero hablar contigo —dijo Mina, tomando una respiración profunda—. Recibí un correo hoy. Es una cita médica que está programada para la próxima semana.
Tzuyu alzó una ceja, su interés claramente captado por el tono de Mina.
—¿Una cita médica? ¿De qué se trata? —preguntó Tzuyu, colocando su tenedor en el plato.
Mina tomó un sorbo de agua y miró a Tzuyu con una mezcla de emoción y nerviosismo.
—El correo decía algo sobre una "sorpresa médica". No estoy segura de qué significa exactamente, pero quiero que vengas conmigo a la cita —dijo Mina, tratando de leer la expresión de Tzuyu.
Tzuyu asintió, tomando la mano de Mina con una sonrisa reconfortante.
—Por supuesto, estaré contigo. Sea lo que sea, lo enfrentaremos juntas —dijo Tzuyu, apretando suavemente la mano de Mina.
La semana pasó rápidamente, y el día de la cita llegó. Mina y Tzuyu se dirigieron al consultorio médico con una mezcla de anticipación y ansiedad. En el consultorio, fueron recibidas por una amable enfermera que las llevó a una sala de examen.
Después de unos minutos de espera, el médico entró y comenzó a hablar con Mina, revisando algunos documentos y realizando un examen rápido. Luego, se sentó frente a ellas con una sonrisa en su rostro.
—Mina, Tzuyu, me alegra que estén aquí. Tengo algunos resultados interesantes que quiero compartir con ustedes —dijo el médico, tomando un momento para asegurarse de que estaban listas para escuchar.
Mina y Tzuyu se miraron, la tensión palpable en el aire. El médico continuó:
—Los resultados de los análisis muestran que Mina está esperando un bebé.
Las palabras resonaron en la sala, y durante un breve momento, todo pareció detenerse. Mina miró a Tzuyu con una mezcla de incredulidad y emoción, mientras Tzuyu se quedaba en silencio, con los ojos abiertos de asombro.
—¿Estás segura? —preguntó Mina, su voz temblando ligeramente.
El médico asintió con una sonrisa.
—Sí, los resultados son definitivos. Ustedes están esperando un bebé. Felicitaciones.
Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Mina, y Tzuyu, conmovida, la abrazó con fuerza. El abrazo fue una mezcla de alegría, sorpresa y emoción, y ambas sintieron un profundo sentido de conexión y amor en ese momento.
—No puedo creerlo. Estamos realmente esperando un bebé —dijo Mina, su voz llena de emoción mientras se apartaba ligeramente para mirar a Tzuyu.
Tzuyu sonrió con lágrimas en los ojos.
—Es increíble. No hay nada que desee más que compartir esta aventura contigo —respondió Tzuyu, besando suavemente a Mina.
Después de la consulta, Mina y Tzuyu salieron del consultorio con una nueva realidad por delante. La noticia de que iban a convertirse en madres las llenó de una felicidad indescriptible. Decidieron ir a un pequeño café cercano para procesar la noticia y planificar los próximos pasos.
Mientras estaban sentadas en una esquina tranquila del café, con tazas de café en la mano, Mina miró a Tzuyu con una sonrisa radiante.
—No puedo esperar para contarles a nuestras familias. Será una sorpresa increíble para todos —dijo Mina, sintiendo una mezcla de emoción y nervios.
Tzuyu asintió, sintiendo el mismo entusiasmo.
—Sí, y tenemos tanto que planificar. Pero primero, vamos a disfrutar de este momento juntas —dijo Tzuyu, tomando la mano de Mina—. Somos una familia ahora, y vamos a hacerlo con amor.
Ambas pasaron la tarde en el café, hablando sobre sus planes, soñando con el futuro y sintiéndose increíblemente afortunadas. A medida que el sol se ponía y la noche caía, supieron que estaban listas para enfrentar esta nueva etapa de sus vidas con el mismo amor y compromiso que habían demostrado hasta ahora.
La noticia de su embarazo marcó el comienzo de una nueva y emocionante aventura para Mina y Tzuyu. Sabían que el camino no siempre sería fácil, pero también sabían que, con el amor y el apoyo que se tenían, podrían enfrentar cualquier desafío que viniera.
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El Arte del Silencio
Fanfices una historia conmovedora sobre Mina, una talentosa bailarina que está perdiendo gradualmente la audición, y Tzuyu, una estudiante de intercambio que se siente atraída por la elegancia de Mina en el escenario. A medida que se acercan, desarrollan...