08. Verdades que duelen como mentiras

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Mientras regresaban de cazar una liebre para Jungkook, Taehyung se tomó el tiempo de detallar todo lo que le rodeaba.

Aetherwyn era un sitio envuelto en magia y misterio, parecía un sueño del que no quería despertar. Las luces danzantes de las antorchas iluminaban el camino mientras atravesaban el pueblo, revelando rostros sonrientes y seres fantásticos en medio de risas y susurros encantados. El ambiente estaba lleno de un aroma a flores exóticas y especias que Taehyung nunca había olfateado antes.

—¿Realmente hay magos buenos aquí? —preguntó, incapaz de contener su curiosidad.

Jimin sonrió con complicidad, sus ojos resplandeciendo con la luz de la luna de una forma anacarada.

—No solo magos, también criaturas mágicas que han jurado proteger este lugar. Aquí todos tienen un propósito.

A medida que seguían caminando, Taehyung notó a una mujer con alas iridiscentes que ayudaba a un grupo de niños a volar por unos momentos, sus risas resonando en el aire. Un grupo de duendes jugaba cerca de una fuente luminosa, lanzando destellos de luz como si fueran estrellas escapadas del cielo. La fascinación llenó el corazón de Taehyung, por un instante olvidó el peligro que esperaba por ellos fuera de los muros de Aetherwyn.

Al llegar a la casa, Jimin realizó un gesto con su mano, y el resplandor dorado que brotó hizo que Taehyung contuviera la respiración como la primera vez. ¡Era increíble!

La puerta se abrió con suavidad, revelando el interior acogedor adornado con telas brillantes y muebles tallados en madera mágica que parecía respirar vida.

—Esto es impresionante —susurró Taehyung mientras entraba, sintiendo la cálida energía envolverlo.

En el centro del salón había una mesa repleta de platillos humeantes. El aroma a pescado condimentado llenó el ambiente, haciendo que su estómago rugiera en respuesta.

—La sopa era especial —le comunicó Jimin mientras servía—. Pero este pescado está elaborado con ingredientes recolectados bajo la luna llena. Te dará fuerzas para lo que venga.

Taehyung lavó sus manos y tomó un tazón para sentarse junto a Jimin en la mesa. Comió unos cuantos bocados; Jimin no había mentido, estaba delicioso. Lo mejor que había comido en muchos años. En verdad ya estaba cansado de los conejos y estofados de osos. Quizás si Jungkook lo probaba, también le gustaba tanto como a él.

Percibió cómo la calidez del lugar lo envolvía, pero su mente seguía en Jungkook que descansaba en la habitación de arriba.

—¿Y si no le gusta estar aquí? —le preguntó con genuina preocupación al chico—. Ha estado solo conmigo desde que era un bebé.

Jimin lo miró con empatía.

—Es normal sentirse así. Pero Aetherwyn tiene una forma de hacer sentir a todos como en casa. Inclusive, aquí hay seres que pueden ayudarlo a entender su naturaleza… Los vampiros también guardan secretos, Taehyung.

La palabra "secretos" hizo que una sombra pasara por el rostro del castaño. Recordaba lo ocurrido con su abuelo y su cruel investigación a los vampiros.

—¿Cómo podemos proteger a Jungkook? —Quiso saber Taehyung, decidido.

Jimin tomó un sorbo de agua antes de responder.

—La clave está en unir nuestras fuerzas. Hay hechizos antiguos que pueden sellar su esencia y protegerlo del peligro exterior. Aunque necesitamos tiempo para prepararlos… y, claro, la confianza de Jungkook.

Taehyung afirmó con un murmullo.

—Nunca haré nada en contra de su voluntad, menos algo que lo perjudique.

El último guardián vampiro ⟡ TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora