¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Decís que viene?— Pregunté mirando a Camilo y el alzó los hombros.
—No se, no creo que quiera ver como su hermano y nosotros no puteamos en el medio del partido.— Respondió
—Es que...¿No te diste cuenta que siempre falta al colegio un mismo día en todas las semanas?— Pregunté mirándolo
—La verdad que no me di cuenta...Quizá no le gustan las materias que tenemos ese día, que se yo— Contestó —¿Que pasa que de repente tanta preocupación por Nicole?— Preguntó
—Ninguna gil, ¿Que me estás queriendo decir? Ubícate, tas re flasheando ya.— dije de mal humor
—Uh fue un chiste Mateo, dale— Resopló
—Delen gatos, vamos— Apuró Nahuel, uno de nuestros amigos
Salimos de los baños y nos adentramos a la cancha, dónde ya se encontraba el equipo contrario en ronda, riéndose mientras se murmuraban cosas y nos miraban mal.
—¿Que pasó? ¿Te daba miedo salir del baño porque sabes que te vamos a ganar?— Preguntó Guido haciéndome reír
—Callate gil, vinimos a jugar, no a boquearla, dale— Apuré ya que él tenía la pelota
—Más te vale que vos y los pobres de tus amigos paguen si pierden— Advirtió
—Lo mismo digo para los chetos de tus amigos...Igual seguramente vamos a tener que esperar a que tú viejo te de la plata, mantenido— Dije sacándole la pelota de la mano y poniéndola en el piso para después arrancar a jugar
Nicole
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un rato antes del partido.
Hoy era martes, y cómo todos los martes, falté al colegio. No porque no me gusten, si no porque había algo que tenía que hacer todas las semanas, esos mismos días.
