Dear God
—Se una buena chica para mí.
Los enormes ojos violeta de Moonlight le admiraron, el ronroneo se intensificó, tal vez por la emoción de salir y estirar las alas.
Aunque también estaba feliz de verla, Naerys lo sentía, Moonlight estaba demasiado acostumbrada a sus paseos nocturnos, los cuales ya no eran posibles desde su boda.
—Vamos a dar una vuelta.
El dragón plateado muestra su aceptación e inclina el lado derecho del cuerpo para que su jinete pudiera montarla, durante los últimos años había alcanzado un gran tamaño con rapidez, alcanzando a Syrax, su madre.
Es solo cuando Moonlight se asegura de que Naerys está lista, que emprende la carrera para iniciar el vuelo, siempre dispuesta a salir a pasear, su dragón suelta rugidos de emoción.
—Tranquila niña.
Le grita cuando ella hace un giro muy repentino, lo único que recibe por respuesta, es la diversión de su dragón, que agita con más rapidez sus alas.
Sabe que mi mira hacia abajo, apenas se verán los puntitos que representan a los habitantes de la ciudad, algunos mirarán con interés, otros bastante acostumbrados al sonido de los dragones seguirá con sus labores.
—Ay, niña traviesa.
Tira de la rienda con una mano, mientras que la otra se aferra al pomo de la silla de montar, la cual le permite estabilidad, Moonlight había hecho un giro por su cuenta.
El dragón responde, y de sus rugidos sale algo que Naerys interpreta como una risa, aun así, no puede culparla por su comportamiento, la pobre niña no había salido desde su llegada a pozo dragón.
Recordaba perfectamente la mirada de reproché que le dió a Naerys cuando fue conducida a una cueva mucho más pequeña de lo que estaba acostumbrada en su madriguera en Dragonstone.
Luego ofendida por recibir tal trato, se enroscó como un gato dispuesto a dormir la siesta, pero a pesar de estar molesta, aún recibió su despedida por parte de Naerys, que incluyó caricias y palabras bonitas.
Daemon solía decir que Naerys había aprendido el mal hábito de su madre de mimar a su dragón, por supuesto, Rhaenyra se defendió rápidamente, argumentando a su favor que tanto Syrax como Moonlight poseían aquella personalidad gracias a Silverwing.
El dragón de la reina Alysanne ahora habitaba su cueva compartida con Vermithor, y la última vez que Naerys lo había visto había sido unos meses atrás, cuando Rhaena había intentado reclamarla.
El gorgojeo emergente de Moonlight la obliga a mirar hacia el lugar en que la dragona se dirige, a una cantidad considerable, un dragón realizaba piruetas.
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The Song of Tortured Dragons
FanfictionDeber es sacrificio. Es lo que le dice su madre a los once años, cuando se le obliga a contraer matrimonio con su tío, esto para evitar una guerra tan sangrienta que sea recordada en los libros de historia. Y Naerys I Targaryen realiza sacrificios