Él día era bonito, el sol no era lo suficientemente fuerte como para molestar pero si lo suficientemente potente para irradiar calidez.
Así que Naerys y Helaena estaban paseando por los jardines.
Bueno, en realidad ese era el plan inicial, rápidamente Helaena se interesó en buscar nuevos insectos para su observación, y Naerys simplemente la acompañó.
Así que ahora simplemente se quedaron en el bosque de dioses de la fortaleza, rápidamente convirtiéndose en una tarde para disfrutar bajo el viejo árbol de tronco blanco.
-Me agrada que estés aquí.
Murmura su tía con su atención puesta en la pequeña criatura de varias patas que ha atrapado dentro de un frasco.
Naerys le mira, apartando su interés de su propio bordado, dos dragones dorados para un nuevo jubón de Aegon, a unos cuantos pasos, las sirvientas de cada una les miran.
-¿Por qué lo dices?. -Termina una puntada, dejando de lado la costura para tomar una de las galletas que se veía bastante apetecible.
Nadie estaba comiendo galletas más que ella, Dayana (la sirvienta de Helaena) y Rose (la sirvienta de Naerys) se sonrojaron cuando ella les ofreció, y Helaena estaba bastante entretenida con sus bichos para notar los dulces.
-Porque todo es más claro, eres deslumbrante. -Deja de mirar al pequeño insecto, fijando su mirada curiosa en el bordado. -Nos haces compañía, antes estábamos solos.
La azúcar en su boca no se disfruta de la misma forma, porque la sorpresa de sus palabras llegan, y la hacen pensar.
Ella había visto de primera mano lo solitario que era la capital, cuando era una niña, en ese entonces Naerys era la única compañía de Helaena, probablemente cuando ella se mudo no hubo nadie más que le hiciera compañía.
-Oh, bueno gracias. -le da una media sonrisa tomando el plato con dulces. -¿Quieres?.
Helaena asiente, tomándose su tiempo para elegir una de las galletas, sonriendo con dulzura.
-¿Y no sueles salir mucho?.
Su tía vuelve a negar.
-No me gusta hacerlo sola, y las demás son crueles y tontas. -Naerys quiere suponer que se refiere a las demás chicas nobles en la fortaleza.
Sonríe tratando de evitar que una risita emerga de sus labios, en situaciones así, no sabía si era correcto reírse de lo que decía Helaena.
-Si, creo que son una tonta panda de gallinas. -Dice alzando ambas cejas, y sus pensamientos fueron rápidamente hacia una de las hijas de Lord Jasper, la que se reía de todo.
-Lo son.
Murmura en un tono más bajo, tomando una segunda galleta sin que Erys le dijera algo.
-Estoy pensando en que tal vez puedas acompañarme cuando vaya a visitar el orfanato de la ciudad. -Reanuda sus costuras una vez que está lo suficientemente llena de galletas.
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The Song of Tortured Dragons
FanfictionDeber es sacrificio. Es lo que le dice su madre a los once años, cuando se le obliga a contraer matrimonio con su tío, esto para evitar una guerra tan sangrienta que sea recordada en los libros de historia. Y Naerys I Targaryen realiza sacrificios