Rivers y Mariana me platicaron sobre los jugadores, me hablaron de los típicos chismes escolares y luego el más alto del grupo terminó por contarme su caótica ex relación con Slime. Fue muy divertido.
— ¿Tu haces algún deporte, Roier?- preguntó la rubia.
— En mi antigua escuela estaba en el equipo de lacrosse.
— ¡Que chido!- sonríe.
— Las pruebas para entrar al equipo abren la semana que viene, podrías intentarlo.- me dice Mariana, asintiendo con su cabeza.
— No lo creo...- dudo, volviendo a mirar el equipo. — No parece que necesiten a alguien más, se nota que se entienden muy bien en el campo.
Aunque la escena no fue favorable para mis palabras. Los jugadores corrían por el campo, pero la pelota ni siquiera estaba en juego. Al darse cuenta de la situación, se detuvieron confundidos para observar a Quackity que hacía equilibrio con la pelota sobre su cabeza.
— No pierdes nada con intentarlo.- se encoge de hombros Rivers. — Yo voy a postularme también así que no vas a estar solo. Este pendejo va a estar apoyando en las gradas, ¿verdad?
— Con carteles y todo.- asiente, serio.
Me río bajo, rascando mi hombro en un tic nervioso. No parecía ser mala idea, me ayudaría a integrarme más en la escuela y no puedo rechazar a Rivers o terminaría por cagar esta posible nueva amistad. En el peor de los casos, no me aceptan en el equipo pero de cualquier forma podría seguir juntando con ellos dos, ¿cierto?
— Vas a hacerlo genial, no te preocupes.- palmeó mi espalda la rubia.
— No sabía que era un equipo mixto.- hablo, notando que no hay ninguna mujer practicando con ellos.
— No lo es, pero ella cree que al ver lo buena que es jugando dejaran de lado sus pensamientos machistas y le pedirán de rodillas que se una al equipo.- contesta Mariana con sarcasmo.
— Cállate el hocico.- le gruñe su amiga. — Pero, es justamente lo que va a pasar.
Vuelvo a mirar al campo, notando como un grupo de muchachas aparecen en una esquina, platicando entre ellas y estirando.
— ¿Y ellas?
— Las porristas.- responde Mariana, con cara de enojo y de brazos cruzados. — Hice las pruebas el año pasado y no me admitieron porque segun era muy "descoordinado".
— Pues no mentían...- susurró la rubia.
Sonreí disimuladamente y giré el rostro hacia atrás cuando sentí un perfume extraño. Una opresión en el pecho me hizo jadear un poco y entorné los ojos hacia una chica de cabellos castaños con un llamativo mechón blanco. ¿La conocía?
— ¿Quién es ella?
— ¿Quién?- pregunta Mariana, sin molestarse en disimular y girar el cuello como el exorcista para mirar a la adolescente sentada unos metros detrás nuestro. — Ah, la rarita.
— No le digas así.- lo reta Rivers, enojada.
— ¿Qué? ¡Es rarita!
— Y tú estás pendejo y nadie te dice nada.
— ¡Tú lo haces! ¡Todo el tiempo!- refunfuña.
— Es Bagi.- lo ignora, contestando mi pregunta. — ¿La conoces?
— No, creo que no. Tuve como un... deja vu.
— Oh, oh... tenemos otros rarito.
Sonrío y niego para luego intentar explicar sin parecer un loco.
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Infinitus |Guapoduo|
Fanfiction"Estoy condenado a morir y revivir infinitamente... Y estoy dispuesto a amarte en cada una de mis vidas." Roier está maldito; su alma está condenada a no dejar nunca la tierra. No importa cuantas veces su cuerpo terrenal deje de funcionar, su espíri...