01. Renacimiento

249 16 0
                                    


—¿Qué? ¿Qué es esto? —Había dicho despertandome asustada en una cama grande con ropa diferente a la que suelo usar, mientras miraba a mi alrededor.

—¿Princesa... se encuentra bien? —Dijo una mujer con un vestido de los años de jesucristo.

¿Qué es está mierda? ¿Una maldita broma del gobierno o que?

—¿Dónde... estoy? —Miré a la mujer que estaba al lado de esa cama gigante.

—¿Princesa Leila... n-no... no se acuerda en donde está...? —Dijo la mujer tartamudeando con preocupación— Creo que el golpe al caerse por las escaleras le hizo daño... llamaré al médico. —Salió de la habitación.

—¿Leila? ¿No me llamaba hace unos segundos Emely? —Me dije confundida por los nombres mencionados. Pero por alguna razón, ese nombre me hacía conocido. Lo he escuchado antes...

Me paré de la cama y me dirigí a un espejo cercano, todo esto me parecía extraño, la habitación, la vestimenta de la señora y... ¡¿Mi cara?!

—¡¿Soy negra?! Bueno... es hermosa pero...

Juro que la última vez que me vi al espejo era color ceniza, pero... espera... ¿Leila? ¿Ropa fea y antigua? ¿Habitación gigante...? ¿"Princesa"?

—Ja, ja, ja... esto debe ser una broma... Una puta broma... —Di vueltas por la habitación mientras me sostenía la frente con mis manos y miraba hacia abajo— Sip... tiene que ser una broma... —Reí mientras me daba cachetadas— ¡¿Por qué coño no me despierto de este puto sueño?! —Grité.

Esto no puede ser verdad, ¿cierto? ¡¿Cómo demonios se explica el hecho de que este dentro de una puta historia ficticia?! Esto debe ser brujería... ¡Lo tiene que ser!

—¡Princesa, el médico esta aquí! —Dijo la mujer de antes, entrando a la habitación con un viejo detrás de ella—. Acuestese, princesa, para que el médico la pueda ver.

—¿Qué? No, estoy bien.

—¿Cómo puede decir eso cuando anda sin ninguna prenda encima? —Señaló mi vestimenta.

¿Este trapo sucio no es ropa? Me estoy muriendo de calor con esto ¿y me dicen que no es ropa?

—¿Esto no es ropa? —Miré el trapo sucio qué tenía puesto.

—Esa es su ropa interior, princesa... venga, déjeme cambiarla.

—N-no se preocupe, señora, me acostaré como me dijo, pero no me cambie, ¿si? —Sonreí falsamente mientras iba hacia la gigante cama y me acostaba en ella— Listo, puede revisarme doctor.

La mujer se quedó atónita por mi actitud, no entiendo porque me miraba así, es por eso que intente disimular y actuar como personas de los años 1125.

El doctor se acercó a mí y me reviso, y como había dicho antes, no tenía ningún problema, haciendo que la señora de antes se tranquilizara un poco.

—Gracias, Sr. Nibrs. Vigilaré de cerca las actitudes de nuestra princesa para ver si encuentro algo extraño—. Le sonrió al señor de apellido inventado, para luego despedirlo y dejarnos solas.

—¿Escuchó, señora...?

Demonios... no me sé su nombre, además que no vi entera la puta novela, tampoco me sé los nombres de los personajes secundarios...

—Milet... —Respondió.

—B-bueno... ¿Escuchó lo que dijo el médico, señora Milet...? No me pasa nada, puede tranquilizarse—. Le sonreí.

—Creo que el doctor no le dio los resultados bien, princesa, ni sé acuerda de el nombre de su dama de compañía... —Dijo preocupada— Le traeré algo de comer, princesa. Eso le dará fuerzas. —Sonrió yendo fuera de la habitación.

Bueno... no me puedo quejar, al menos me dejo sola para calcular la puta mierda que pasa en este lugar.

Si no me equivoco, me encuentro en la novela de ficción. "Calladita te ves más bonita" o algo así de la escritora "Rosa melano" quien debutó en el año 2033... osea... viaje a... muchos años atrás... no se me dan bien las matemáticas. (908 años atrás).

En resumen, en esa novela, la perra de la protagonista aparece en cuatro meses,  antes de que Leila se case con el animal del príncipe heredero... Gracias a Dios que eso estaba escrito en el primer capítulo, si no tampoco sabría en que mierda estoy andando. Pero Leila muere al cabo de un año en las manos de ese idiota...

Maldición...

Si quiero evitar la muerte... lo primero que tengo que hacer es romper ese maldito compromiso, sea como sea. No quiero morir.

¡¿Dónde está mi maldito romance ficticio?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora