CAPÍTULO 13

125 20 3
                                    

Antes

Me quedé mirando la hora del móvil, esperando que mi cita apareciera, pero nunca llegó, y empezaba a anochecer. Revisé la hora del móvil; pude ver que ya había pasado media hora y volví a revisar el mensaje por quinta vez.

Decía que estaría ahí a las siete, y ya había pasado media hora. Le envié un mensaje, pero no respondió y volví a guardar el móvil. Continué esperando, y algunas personas que entraban a la cafetería me veían mirando la ventana, completamente solo. Aunque seguramente no les importaba, no era el centro de sus mundos, pero sí era raro verme ahí, o mi cabeza me decía que todos me veían cuando nadie más lo hacía.

Sin saber qué más hacer, salí de la cafetería y caminé al campus de la universidad, pero me detuve antes de llegar y decidí pasar al cine. Aunque estaba solo, ver una película me ayudaba, más si era de terror.

—¿Adrián?

Quise mirar a mi lado, pero no había nadie. Miré al frente y, detrás de la ventanilla, estaba Caden, mirándome con una ceja levantada y una sonrisa. Tenía una camisa blanca y encima un suéter negro, con una pequeña etiqueta en el pecho donde decía su nombre.

—¿Qué? —me sorprendí y me acerqué lo más que pude a la ventanilla—. ¿Trabajas aquí?

Levantó ambas cejas sin dejar de mirarme.

—Eso parece, Adrián.

Me reí y lo estuve mirando en silencio, sin dejar de sonreír como un tonto. No lo había visto en semanas. No había respondido los mensajes.

Rápidamente recordé y me di cuenta de lo que pasaba, y mi sonrisa se tambaleó.

—Bueno... —dije en voz terminareriendo concentrarme en no mirarle demasiado—. Quiero uno para esa película de esa monja.

Asintió con una sonrisa de labios apretados, tomó mi tarjeta y después me la devolvió con el pase de la película. Me miró y su sonrisa pareció chispear.

—Una mala elección si me preguntas —me dijo con un tono divertido—, pero espero que tengas tu opinión después de verla. 

—¿Qué tan mala es?

—Estoy seguro de que tendrás pesadillas después de dormirte a mitad de la película. Esa es la mejor parte, en mi opinión.

Me reí, miré el boleto y después volví la mirada a él. Me seguía mirando, con una sonrisa, y creí que había alguien detrás de mí, pero no había nadie más haciendo fila. Estaba vacío.

—Los mensajes.

Le miré sin entender y Caden bajó un poco la mirada, pero me seguía viendo.

—Nunca respondiste mis mensajes —me dijo con la voz distendida, algo recelosa y ronca—. Creí que habías muerto o algo parecido.

Me quedé un momento en silencio, pensando una respuesta. Cuando la encontré, los pensamientos se perdieron en sus ojos, porque me miraba tan tranquilamente que pensé si alguien alguna vez me miró con tanta paz.

—Estoy dejando la tecnología —mentí, aunque no era una mentira completa porque reduje mi tiempo con el móvil—. No respondí muchos mensajes.

Asintió lentamente.

—¿Vienes solo? —quiso saber, pero estaba claro que sabía la respuesta por la sonrisa que se le dibujó al ver mi expresión.

Miré a mi costado y me encogí de hombros.

—¿Ves a alguien a mi lado? —bromeé.

Caden fingió revisar a mi lado y después me miró.

—Creo que estás solo.

Sonreí una vez más.

—Bueno, debería entrar antes de que comience la película —le dije.

—Tenemos seis minutos antes de que comience.

—¿Cómo sabes eso?

Llevó su dedo índice al pecho, donde tenía su nombre en una etiqueta pegada al suéter negro.

—Trabajo aquí.

Puse los ojos en blanco y miré una vez más el boleto.

—Entonces... ¿solo?

Levanté la mirada y asentí con los labios apretados.

—Ya sabes lo que dicen —dije—. Las películas de terror es mejor verlas solo.

Caden apoyó los codos en el mostrador e intentó acercarse un poco a mí.

—Y tú ya sabes lo que dicen, Adrián. Las películas de terror es mejor verlas con una cita.

Aunque Caden no lo sabía, me sentía avergonzado por haber sido plantado en mi cita. No sentía nada por el chico que me había dejado, solo me había mandado un mensaje para ver si podíamos vernos en un lugar público. Pero no había llegado.

—A la siguiente me traigo una cita —le prometí con una sonrisa—. Ya caerá alguien.

—Bueno, podría esta noche ser tu cita, ¿qué te parece?

No debía ponerme sentimental, menos teniéndolo tan cerca. Quería aceptar, decir que sí y olvidarme de lo demás. Pero, aunque no tenía casi nada con él, verlo besando en un auto a otro chico me había dolido por perder la pequeña seguridad de que tal vez en un futuro podríamos ser algo más. Era loco, porque no había pasado mucho tiempo. Pero me gustaba pasar tiempo con él.

—Suena genial —admití—, pero quiero ver esta película solo.

Sin que pudiera verle bien, asintió lentamente.

—Haces bien. Bueno, espero que te guste.

—También espero eso.

Quise mirarle una vez más, pero, antes de que él lo hiciera por los dos, caminé por el pasillo de alfombra roja y entré a la sala.

En toda la película no dejé de pensar en él. El volumen fuerte, los sustos e imágenes de miedo no me causaban nada porque mi mente estaba ocupada pensando en Caden.

No había mucho que pensar.

Pero lo que podía pensar me gustaba demasiado.

Demasiado.

Había días que lo olvidaba, pero otros lo recordaba y después lo olvidaba.

Desde esa noche que me dolió verlo con otro chico no sentí algo tan intenso como imaginé. Pero todo se sentía tan débil que me gustaba. Como pasar la mano por el agua sin mojarla toda. Solo un poco que podría secarse en minutos.

Me gustaba hablar con él.

Me gustaba hablar con Caden.

Al terminar la película, todos salieron, pero yo me quedé un poco más. Cuando salí de la sala, fui a la taquilla, pero Caden ya no estaba. Había otro chico, uno que no conocía y no se veía muy amable.

—Disculpa, ¿y Caden? —le pregunté.

—Acabó su turno. El mío es turno nocturno.

Asentí y salí del cine. Miré a mi alrededor, pero estaba solo. Completamente solo. Casi no había nadie en las calles y el cielo estaba de un completo negro. Sin luna o estrellas. Solo un negro que parecía descender con cada minuto.

Otra vez solo.





















Fecha de publicación: 12-agosto-2024

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 13 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Respira Por MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora