O C H O

36 0 0
                                    

                               Mateo

Voy de vuelta a casa mientras pienso en porqué he hecho eso.

Qué patético eres. «Justo pasaba por aquí» Cómo si no hubieras salido solamente por eso.

Vale,está bien,quería asegurarme de que ella vivía aquí y quizás porque también quería verla. Dylan y Shanon me dijeron que la avisara,pero no especificaron cómo. Sé que ellos dos están tramando algo,tengo que estar muy alerta.

Una vez llego a casa decido ir un rato a la piscina. Me pongo el bañador y bajo las escaleras hasta llegar al patio. Me tiro de cabeza y me hago varios largos hasta que me siento en las escaleras de la piscina.

Esta piscina la mandaron a hacer mis padres cuando nacieron los mellizos,y desde entonces le damos mucho uso.
No tenemos la necesidad de ir a la piscina pública teniendo la nuestra en casa. Pero no podría estar más agradecido con mis hermanos por haber roto la depuradora y que se haya ensuciado por unos días,me vi obligado a ir a la publica y tuve la suerte de encontrarme con Bianca.

Ese bikini le quedaba de infarto. Parece que está hecho para ella únicamente. Al recordar cuando se agachó para buscar algo bajo la hamaca me empieza a entrar calor y a correr la sangre más rápido de lo que me gustaría. Así que antes de pensar en otras cosas me meto en bomba a la piscina y nado hasta cansarme.

Estoy descansando un poco apoyado en el borde cuando oigo unos pasos y el agua me salpica. La cabeza de Liam sale después del chapuzón y me salpica aun más con el agua aposta.

Salto a perseguirlo y empezamos a nadar,cuando lo pillo lo hundo unos segundos,pero sin pasarme. Sale a flote y vemos cómo Lucas y Lily aparecen por la puerta. Lily salta junto a nosotros mientras empiezan a jugar y yo voy en busca de Lucas para ayudarlo. Está aprendiendo todavía a nadar,y confío en que lo va a lograr.

Le doy la mano para que coja confianza y en vez de bajar por las escaleras como las ultimas veces, coge impulso y salta,imitando a sus hermanos. No suelto su mano ni cuando sale a la superficie,aunque estamos en la parte baja de la piscina,quiero asegurarme.

Él me sonríe y viene hacia mi con el otro brazo extendido. Yo lo acojo entre mis brazos,me reconfortan mucho los abrazos,y más si son de seres queridos.

Empezamos con algunos ejercicios que llevamos haciendo estos días para que aprenda a flotar correctamente y a nadar. Le explico como tiene que mover los brazos,y él lo hace mientras yo le sujeto por el estómago para que no se hunda.

—¿Os lo estáis pasando bien?

La figura de papá aparece cerca de la piscina con una sonrisa. Lucas quiere ir hacia él e intenta nadar por su cuenta. Los primeros segundos lo logra,aunque después empieza a hundirse ligeramente. Voy con él y lo ayudo a subir mientras todos le aplaudimos por lo bien que lo está haciendo.

—¡Muy bien Lucas! Ya casi lo tienes.

Lily le choca la mano y yo no puedo alegrarme más. Mis momentos favoritos son estos,aunque echo muchísimo de menos a mamá,sé que ella está viéndonos y se lo pasa igual de bien que nosotros desde donde sea que esté.

Papá y Lucas se meten en casa y mientras los mellizos y yo jugamos a la pelota. Ellos dos contra mí. Por separado son geniales cada uno,pero cuando se juntan son un peligro. Conozco esa cara que ponen cuando hacen equipo y sé que no lo voy a tener fácil.

El juego se está poniendo interesante,casi dejo caer el balón,pero lo salvo en el último momento y la lanzo contra ellos,como están algo despistados consigo el último punto. Alzo los brazos a modo de victoria.

—¡Si! —Alzo los brazos.

—¡Es que no estás atento! Esto es tu culpa.

—¿Mi culpa? ¡Pero si he tenido que salvar yo la pelota varias veces porque tú estabas muy ocupada con tu pelo!

Dejo de escuchar su pequeña disputa mientras salgo de la piscina para sentarme un poco a la sombra.
Lucas sale comiendo un trozo de sandía y con el jugo de esta por toda la cara. Papá sale detrás de él con un plato entero de sandía.

Escuchamos el timbre y papá se levanta en camino a la puerta. Supongo que espera visita,porque parecía atento a eso.
Los mellizos algo cotillas se asoman para ver quién es y de repente salen corriendo en dirección a papá.

—¡Óscar!

—¡No sabíamos que ibas a venir!

Al escuchar ese nombre mis cejas se disparan hacia arriba. Más atento,trato de afinar el oído para ver si escucho una voz femenina. Pero solo escucho la de Papá y otro hombre. Decido ir a ver quién es.

— Tú debes de ser Mateo.

Un hombre alto,moreno y de ojos verdes y brillantes entra por el umbral de la puerta con un gesto amigable. No hace falta que diga quien es,lo deduzco por su similitud con Óscar. Aunque también veo algunos rasgos que comparte con Bianca,como la forma de la barbilla o las cejas.

—Me llamo Carlos. Soy el padre de Óscar.

—Me lo imaginaba,yo soy Mateo,encantado.

Le respondo con una sonrisa. Mi padre le conduce a la mesa exterior del patio y nos volvemos a sentar. Se nota que tienen una relación muy estrecha,porque mi padre está contentísimo de tenerlo en casa.

—Iba a venir yo solo,pero imaginaba que Óscar querría venir,así que lo he traído conmigo. Y así os puede avisar de algo también.

Todos tenemos nuestra atención puesta en el chico. Él parece notarlo,y se queda unos segundos más callado para dar más tensión.

—Dilo ya venga.

—Eso,no te hagas el interesante.

Eso último lo dice su padre con una leve sonrisa.

—Vaale,quería deciros que dentro de poco es mi cumpleaños y que estáis todos invitados.

A mis hermanos parece gustarles la idea.
Lucas aprovecha que nadie está pendiente y sigue atacando la sandía.

—¿Y donde va a ser?

Lily le pregunta y noto en su voz un deje de... ¿Timidez?
La observo bien,ella no suele portarse así ni ser vergonzosa. Ya hablaré con ella.

—Pues,en realidad no lo sé,no estoy seguro de donde quie...

—¿Porqué no lo celebras aquí?

Me doy cuenta de que lo he cortado mientras hablaba porque todos se me quedan mirando en silencio.

—Em,quiero decir,aquí tenemos piscina,y así no tenéis que ir a ningún sitio ni gastar dinero en ningún local.

Para nada lo has ofrecido para ver a cierta señorita que casualmente es su hermana

Mi propuesta aparece funcionar,porque veo como mis hermanos asienten dándome la razón.

—No me parece mal,no tenemos problema.

Mi padre da el visto bueno,y Óscar me lo agradece con la mirada. Yo le devuelvo un guiño a modo de respuesta.

Carlos y mi padre empiezan a hablar de una fiesta de cumpleaños que celebraron hace años y mientras los niños juegan en el patio yo voy al baño.

Al salir,veo mi móvil en la mesa del salón y lo cojo para leer algunos mensajes.

-¿Como te fue? ¿Te dijo que sí?

Leo el mensaje de Dylan junto con unos emoticonos de guiño y le cuento sobre que mañana si vamos a ir Bianca y yo con ellos.

Ellos están empeñados en hacer un cita doble o como lo quieran llamar. A mí la idea me repugna. Solo voy porque me insistieron mucho y prometieron deberme un favor.

Salgo fuera y pasamos toda la tarde jugando entre todos antes de que los Torres se vayan de vuelta a su casa.

Tres fugaces meses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora