Capítulo 15.

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Louis.

Que Eleanor hubiera decidido acoplarse a la comida por su cuenta y riesgo me sentó como una patada en los cojones, pero obviamente no podía negarme. ¿Qué iba a decirle? "No, mira, mi amor, es que no quiero que vengas porque estará la chica a la que me follo y a la que pretendo seguir follándome. Ah, por cierto, te he puesto los cuernos. Varias veces. Y la prefiero a ella". Pues no, entre otras cosas, porque no quería admitirme a mí mismo que prefería incluso sólo discutir con Leia antes seguir haciendo el gilipollas con Eleanor.

Cuando entró, y vi a Niall tirarse encima de ella nada más verla, quise romper la guitarra que el rubio había dejado a mi lado antes de abrazarla.

- Hola, chicos - Me obligué a no responder y a mirar a Eleanor, que, si las miradas matasen, ya se habría cargado a Leia sólo por poner un pie cerca de nosotros y, sobre todo, cerca de mí.

Estuve todo el ensayo intentando hacer las gilipolleces de siempre y forzándome a no mirarla. Era eso lo que me había prometido ese día cuando me levanté por la mañana, claro que no contaba con que iría tan sencilla y tan preciosa al mismo tiempo. Además estaba tan dispersa que me parecía adorable y no pude evitar molestarla.

- ¿Qué pasa, Leia? ¿Por qué pones esa cara de rancia? ¿Tan mal cantamos sin gritos que tapen nuestra voz? - Eleanor, como siempre, soltó una risita y aunque estaba seguro de que era más bien porque me metí con la castaña que porque le hubiera hecho gracia. Pero no dejaba de ponerme muy nervioso que siempre me riera las gracias incluso aunque no fueran graciosas. Leia, que no lo vio de esa forma, me miró mal y no contestó.

Niall, que obviamente tenía que hacerse notar, exclamó algo de lo que todos se habían dado cuenta: ya no nos tirábamos los trastos a la cabeza por primera vez desde que nos conocíamos, al menos cuando había gente delante. Aunque lo que quisiera realmente fuese meterle un puño en la boca a Niall sólo por preguntar, lo que hice fue aprovecharlo y pasarle el brazo por los hombros a Leia, Necesitaba tocarla. Mis dedos ardían por las ansias que tenía de sentir su piel contra la mía. Por el momento tendría que conformarme con eso.

- Bueno, ahora somos algo así como amigos, ¿verdad? - ¿Podía ser más mentiroso? Leia no era mi amiga y yo no quería que lo fuera.

Ella musitó un "supongo" desganado, quitó mi brazo de su hombro y se puso al lado de Niall, poniéndole entre nosotros. Fruncí el ceño. Lo que necesitaba era tenerla cerca, no que se alejara. Imaginé que lo hizo a propósito y quedó demostrado cuando Eleanor ocupó su lugar bajo mi brazo y se pegó a mi costado.

Seguían sin gustarme las lapas y menos cuando no era Leia haciendo su papel de koala. Sonreí ante ese pensamiento. Cómo me gustaría que quisiera volver a abrazarse a mí de esa manera.

Una hora después estábamos los ocho en el jardín de Harry preparando la barbacoa y cuando Eleanor me avisó de que necesitaba ir al baño, suspiré de nuevo. Me alejé del grupo y cogí una cerveza mientras me encendía un cigarro. Poco después, Jade apareció a mi lado y me advirtió de que tuviera cuidado con hacer sufrir a su amiga, porque ella sería capaz de matarme y lo entendía. Pero no sabía qué me pasaba. Era incapaz de afrontar que me encantaba Leia más de lo que decía, pero también era incapaz de renunciar a lo que fuera que tenía con ella. Estaba hecho un maldito lío.

Cuando Harry gritó que ya estaba la comida, todos nos sentamos alrededor de la mesa. Niall se sentó presidiendo la mesa, justo al lado de Leia y yo frente a ella, con Eleanor a la izquierda. Resultaba incómodo, pero necesitaba tener la posibilidad de mirarla cuando quisiera sin que se notara demasiado. Ella puso los ojos en blanco cuando me senté en la mesa, creyendo que no lo había visto, pero sí, me fijé en todo lo que había hecho durante todo el día, me fijé en cómo hablaba con Niall en voz baja sobre temas que quería y a su vez no quería saber, me fijé en que su actitud cambió conforme contaba anécdotas de Jade y ella, pero sobre todo me fijé en que, tras recoger las cosas con Jade en la cocina, tenía mala cara.

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