Leia
Cuando Jade se fue a su habitación, Louis y yo nos quedamos viendo la tele. Lo cierto es que a veces estar con él era agradable. Hacía bromas estúpidas y yo me reía como una tonta. He de reconocer que eso era realmente lo que me había imaginado siempre que sería y no el Louis borde del principio. Si siempre fuera así...
- ¿Qué pasa? - Preguntó, dejando un borde de pizza en la caja.
- Nada - Sonreí y le di un sorbo a mi refresco.
- En serio, ¿qué pasa? - Preguntó divertido.
- Que a veces eres majo - Louis frunció el ceño, pero sabía que seguía divertido.
- ¿Gracias?
- Pero no tienes que estar pegado a mi culo sólo porque esté resfriada.
- ¿Qué tiene de malo? Me gusta tu culo - Le di un puñetazo en el brazo y el me guiñó un ojo.
- Imbécil.
Las noticias de la noche empezaron poco después y no les estaba prestando mucha atención hasta que Louis cogió el mando y cambió de canal.
- ¿Por qué cambias? - Pregunté extrañada.
- Porque era un coñazo - Fruncí el ceño.
- Dame el mando - Intenté cogerlo, pero lo quitó de mi alcance -. Louis, dame el mando.
Tras conseguir quitarle el mando, puse el canal en el que estábamos viendo las noticias y comprobé porqué no quería que viera el informativo. Él, como Liam, no perdió el tiempo y pasó la mañana con su querida novia. Lo que me faltaba, que encima intentará ocultármelo.
Apagué la televisión, tiré el mando a la mesa y me levanté del sofá.
- No te pongas así, Leils.
- ¿De qué coño vas? - Alucinaba -. ¿Por la mañana cuidas a una y por la noche a otra? ¿Así funcionas, Louis?
- Te recuerdo que no tienes derecho a echarme nada en cara - Él también se levantó del sofá y me encaró -. Van a seguir saliendo fotos con Elenanor mientras sea mi novia.
Y tenía sentido, ella era su novia, no yo. Pero aún así no pude evitar sentir unos celos terribles que me carcomían por dentro. Ya sentía celos cada vez que los veía juntos sin ni siquiera conocer a Louis, pero después de lo que pasó entre nosotros... Era aún más duro.
- Y si no quieres que lo siga siendo, ya sabes lo que tienes que hacer.
- ¡Es que no soy yo la que tiene que decirte que dejes a Eleanor! - Grité -. ¿Acaso necesitas asegurarte de que no vas a quedarte solo? Si no te digo que la dejes, ¿vas a estar con Eleanor sólo por estar?
- Sólo por estar, no - Aseguró -. Yo a Eleanor la quiero.
Si algo se oyó romperse en ese momento fue mi corazón. Sin embargo, intenté que no lo notara de ninguna manera.
- Entonces ya lo has dicho todo - Cogí su chaqueta y se la estampé contra el pecho -. Vete.
- ¿Qué?
- Que te vayas, Louis. Vete. Para siempre - Empezaba a fallar mi entereza y si seguía resistiéndose no sabia cuánto más iba a durar -. Olvídate de que existo y sé feliz con Eleanor. Así es siempre ha tenido que ser.
Empujé a Louis hacia la puerta y se la cerré en la cara de un portazo. Me sentía tan mal conmigo misma... ¿En qué momento llegué a pensar que Louis pudiera elegirme a mí antes que a Eleanor? Ella era la chica con la que llevaba años saliendo y yo... Yo sólo era un triste revolcón. Y lo peor era que lo sabía; lo supe desde el principio.
