Capítulo 03«★»
«Como a Un Niño»
Kevin L.
Ya había pasado una semana desde que Kevin había comenzado su trabajo como guardaespaldas del joven Taylor, y tenía que ser sincero al decir que no le desagradaba tanto como se lo había imaginado. De hecho, siquiera le desagradaba.
Antes de conocerlo, había caído en el prejuicio del estereotipo de chico privilegiado y de élite que no se preocupaba por su entorno. Cerrando a Elioth en el papel de uno más de los tantos vanidosos y poco respetuosos chicos que sus compañeros habían protegido con anterioridad. De los cuales se quejaban después de llegar cansados de sus largas jornadas mientras soltaban palabra y media entre las salas de actividad, expresando como había niños caprichosos difíciles de tolerar que los trataban como un sirviente más.
Pero Elioth, si bien sí era un chico consentido —, normal con la vida que llevaba — no era irrespetuoso o grosero como lo pintaban. Mayormente, se la pasaba sumido en una laptop que había llevado con él, dejándola a un lado únicamente cuando Lucy exigía cariño o su estómago reclamaba por comida.
No era una mala compañía. Callado y aislado, pero podías sacarle plática muy fácilmente y no le costaba seguirle el hilo a esta.
Habían creado una rutina; él cocinaría y se encargaría de lo básico, mientras Elioth le hacía compañía y trataba de ayudar en lo que podía, pues no le permitía acercarse a la cocina más de lo necesario.
No arriesgaría su pellejo permitiendo que se quemara como hace dos días cuando intento cocinar una pechuga de pollo congelada, consiguiendo así que el fuego se levantara en una gran flama, casi quemándolo de no ser por Kevin quien reaccionó rápido y lo llevó hacia atrás.
Sabía que esos accidentes podían ser recurrentes, pero si algo le pasaba, estaría en la orca al día siguiente.
En esos días había notado que Elioth vivía al margen, y muy en las sombras. Cuando se fundía en su mundo y se quedaba embelesado en su trabajo, aparentaba ser un chico totalmente serio y reservado. Pero todo cambiaba una vez Lucy se ponía frente suyo, alumbrándole la vista.
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Dispara | BL
RomanceEn las redes oscuras de cada empresa, donde la ley no tiene voz ni voto y el poder se mide en balas, las mafias gobiernan a su gusto. Sus nombres son susurros en los pasillos oscuros, pero sus acciones brillan en toda la ciudad. Mostrándose ante al...