★ Capítulo 05 | Apoyo

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Capítulo 05:

«★»

«Apoyo»

Kevin L

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Kevin L.

Tercera semana.

Esa mañana había despertado tranquilo, a comparación de los días anteriores en lo que le había costado conciliar un poco el sueño ante el tenso ambiente que los envolvía. Y no era por la situación comprometedora en la que se habían visto envueltos la semana pasada, sino que se trataba de algo distinto. El problema era que no sabía el que.

Desde ese día después del juego de mesa, en el que Elioth había quedado victorioso, el contrario había subido como alma que llevaba el diablo hasta su dormitorio, dejándolo desconcertado por lo abrupto que fue todo. Y para cuando quiso preguntar qué sucedía, este solo le pidió un tiempo a solas y se encerró en su pieza lo que quedaba del día sin dar explicación alguna.

A partir de ahí, las cosas se complicaron un poco entre ambos, no porque hubiera un problema real, sino porque ahora existía una distancia y sequedad entre sus interacciones.

Elioth no salía de su pieza, y cuando lo hacía, solo era tomar algo de comer y volvía a cerrarse en su burbuja. Lucy sentía el ambiente, y no hacía más que raspar a la puerta y esperar a que este le abriera, pero eso nunca pasaba, no hasta que se llegaba la hora de dormir y Elioth la llamaba para a su recámara.

Salvo por ayer en la noche, cuando, por primera vez en la semana, no salió de la habitación después de volver a encerrarse al alimentarla. La dóberman, ya cansada de la actitud del chico, decidió alojarse en su cuarto y dejar atrás al humano que no le prestaba toda la atención a la que estaba acostumbrada.

Tal vez era por eso que hoy despertaba de mejor humor, la compañía le hacía bien a ambos cuando Eli no estaba en su radar. Y si bien le preocupaba, no podía hacer nada cuando el contrario no se lo permitía.

Ese día se había dado el lujo de levantarse de la cama más tarde de lo habitual, yendo hacia el comedor para preparar el desayuno y esperar a Elioth mientras bebía un café. Siendo ese momento el único en el día que lo veía más de cinco minutos, pues se encargaba de alimentar a Lucy y acariciarla un poco antes de irse de nuevo por el resto del día hasta la cena.

Era la rutina de los últimos días; se hace de día, sale a preparar el desayuno, Elioth sale, alimenta a Lucy, toma su comida y se guarda. Lo mismo a la noche. Formando una brecha entre la relación que ya se estaba construyendo entre ambos.

Y no podía no dolerle, no cuando se había acostumbrado tanto a su presencia en las últimas semanas, para que ahora a penas e intercambiaran un “hola”.

Para cuando se hicieron las doce y Elioth aún no salía de su habitación, todas las alarmas se encendieron en su cabeza. Él ya se había encargado de alimentar a Lucy, pues su hora de comer había sido dos horas atrás, también de recoger los trastes y guardar la comida sobrante.

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