En las redes oscuras de cada empresa, donde la ley no tiene voz ni voto y el poder se mide en balas, las mafias gobiernan a su gusto.
Sus nombres son susurros en los pasillos oscuros, pero sus acciones brillan en toda la ciudad. Mostrándose ante al...
Cuando piensas que tu historia está culminando y crees que acabara con un buen final feliz, te das cuenta de que la verdadera historia recién comienza...
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Kevin L.
La vida da giros extraordinarios y Kevin ahora este consciente de ello. Más aún cuando unos minutos atrás se encontraba sentado en el sillón con un lindo azabache sobre sus piernas mientras le devoraba los labios y le confesaba lo tanto que le gustaba. Y, ahora, contra todo pronóstico, después de que dos individuos inoportunos y molestos los interrumpieran, es decir, sus padres, se encontraban ahora sobre un auto manejado por su padre a toda velocidad hacia un destino que desconocía, y lo más importante, lo más separado posible de Eli.
Desde el día de su cita que no recordaba un solo día en el que no estuviera al lado del chico pecoso con las manos siempre sobre él. Y ahora, que las emociones estaban a flor de piel y la confusión los envolvía, no podía no necesitar un ligero apretón de su mano. Y es que le resultaba tan extraño, porque, por Dios, esto ya no era un romance absurdo de preparatoria, no tenía 17 ni era dependiente de su padre.
Eran ya dos adultos que podían tomar decisiones perfectamente y dar la cara por ellos. Era ridículo tener que estar bajo la mirada seria de ambos y sentirse regañado por algo que no dañaba a nadie. Que sí, que está seguro que meterse con alguien que cuidas está penado por, por lo menos, la mitad de las reglas impuestas por vaya a saber quién, pero sus padres eran amigo desde mucho antes de que ambos nacieran, más allá de una relación jefe empleado, ambos tenían una confianza excepcional, y recordaba perfectamente que siempre fueron casi como hermanos. Entonces, ¿por qué ellos nunca se conocieron? ¿por qué era tan malo que estuvieran juntos?
Aunque, pensándolo con mayor detenimiento, tal vez se debía a todo el rollo de una herencia que en Elioth recaía, eso, y todo el peligro que por alguna razón la empresa sufría tan constantemente. Estaba seguro que su padre estuvo más veranos cuidando a los Taylor — por que, por alguna razón, alguien trataba siempre de atentar contra ellos —, que al lado de él y su madre.
