Florecientes bajo la luna [EN PAUSA]

Nueve

Esa imagen es para describir un poco el vestido que lleva Margarita al baile, pero no es exactamente igual por algunos detalles :D
Gracias! Espero q les guste el vestido y el cap. ❤️❤️

11 Agosto, 1862, Margarita

El corsé aprieta mi cintura, cortando mi respiración, pero sonrío al ver mi cadera marcada y mi femenina silueta reflejada sobre el espejo. La extensa falda de lo vestido cae al suelo adquiriendo una similaridad con la cola y las plumas de un pavo real; el cuello Fermina en pico, dejando mostrar mi cuello y clavícula y sobre está el precioso collar, regalo de Alberto; la flor de tela en la pinta del cuello, dorada, y los patrones del mismo color esparcidos a lo largo de la falda como elegantes motas de pintura resaltan mis rasgos faciales con su color y refinación.

Manuela me recogió el pelo - color negruzco y brillante, gracias al aceite y productos para la melena que ella usó sobre mi cabellera- en un moderno moño en lo alto de mi cabeza, liberando un mechón rizado en un lateral de mi frente; la cara queda perfectamente al descubierto, al igual que las joyas con zafiros que cuelgan de mis orejas.

Manuela prosigue añadiendo maquillaje a mi rostro, para hacerlo ver más hermoso, y yo sigo admirando mi felicidad resumida a mi gran sonrisa en el espejo frente a mi. Ya mis labios se tiñeron de un tono levemente rojo y mis mejillas rosáceas.

-Estás perfecta, cariño-sonríe y se coloca detrás de mi, asomando la cabeza por encima de mi hombro.
-Nada es perfecto-ríe dulcemente y acaricia mi mejilla- , porque cada uno tiene un concepto distinto de su hipotética perfección propia, por eso no existe una concreta-ella asiente y me mira mientras desaparece tras una puerta.
-Ahora vuelvo, Margarita.

Luis se posiciona en el antiguo sitio de Manuela y me observa con una mueca de pena, acariciando con los dedos la seda de mi cintura.
-¿Estas segura de que quieres ir?- frunce el ceño ante mi respuesta afirmativa, y se cruza de brazos- Al menos dime quien te invito.
Río inevitablemente ante su comportamiento típico en un niño con una pataleta.
-Algún día te lo diré, pero hoy no.
El vuelve a abrir la boca para rechistar, pero Manuela vuelve a aparecer en la sala con un ramo de campanillas chinas que coge delicadamente y dirige al borde de mi moño.